El seleccionador francés, Didier Deschamps, que considera «inaceptables» las acusaciones de racismo por no haber convocado a Karim Benzema para la Eurocopa, dijo que puede volver a llamar al futbolista del Real Madrid para que juegue con Francia, pero ese momento no ha llegado.
«Elijo en función de lo que creo que es bueno para el equipo de Francia. Puedo volver a trabajar con Karim, pero este no es el buen momento», declaró en una entrevista publicada hoy por «Le Parisien» Deschamps, que ayer anunció la lista de jugadores para la selección en los próximos dos partidos, el 1 de septiembre con Italia y el 6 con Bielorrusia.
Preguntado sobre cuándo será eso, su respuesta fue «cuando yo lo decida».
En cualquier caso, refiriéndose a Benzema, dijo que no está «para evaluar la gravedad de los errores» porque «quién no ha cometido errores», y recordó que otros jugadores también han hecho en el pasado declaraciones inconvenientes y han vuelto a la selección.
«Una selección no es ‘éste me gusta, éste no me gusta'» sino que «sólo cuenta una cosa, el bien del equipo», argumentó.
Insistió en que será él el que decida, y eso sea cual sea la presión mediática o política.
«Se puede hacer la campaña mediática que se quiera, decidiré en función del bien de la selección francesa. Los políticos tienen derecho a manifestarse, pueden decir lo que quieran, pero soy yo el que decidirá», insistió.
Cuando se supo que no estaba convocado para la Eurocopa, Benzema señaló que Deschamps había «cedido a la presión de una parte racista de Francia».
El exfutbolista francés Eric Cantona, fue más lejos en la crítica, con un comentario muy polémico: «Deschamps tiene un nombre muy francés. Quizá sea el único en Francia que tiene un nombre verdaderamente francés. Nadie en su familia se ha mezclado con nadie, como los mormones en Estados Unidos. No me sorprende que haya utilizado la situación de Benzema para no seleccionarlo».
La casa familiar que el seleccionador tiene en Bretaña apareció hace unas semanas con unas pintadas en las que se le acusaba de racista.
Deschamps indicó a «Le Parisien» que desde que puso los pies en el fútbol sabía que sería objeto de ataques, pero «nadie tiene derecho de tocar a mi familia. No lo puedo aceptarlo. Eso es pasado, pero no lo olvidaré. Para utilizar un término mesurado, es inaceptable».