Esta semana conversamos con el badmintonista Yeison Del Cid, orgullo de Santa Rosa y una nueva promesa de este deporte.
Cuando Yeison Del Cid conoció el bádminton casi por casualidad hace más de 10 años nunca imaginó que el deporte de alto rendimiento podría abrirle muchas puertas y llevarlo a escenarios extraordinarios.
Fue en su natal Santa Rosa de Lima, Santa Rosa, donde Yeison tuvo contacto con el bádminton en una cancha al aire libre en el parque de este Municipio del suroriente.
Hoy con 20 años, Yeison ya forma parte de la selección mayor, entrenando junto a su ídolo Kevin Cordón, y puede presumir de logros como la medalla de plata individual en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023.
Yeison, estudiante de la carrera de Administración en la Universidad Galileo, anhela forjar una carrera de éxito en el deporte para orgullo de su familia y de toda su gente en Santa Rosa.
Sus inicios
El niño inquieto y enérgico que corría hasta dejarse cicatrices en el cuerpo, es hoy uno de los talentos formados en el semillero de la Federación Nacional de Bádminton.
Y con gracia, cuenta la anécdota de cómo fue su primer acercamiento con el bádminton.
“En el municipio nadie sabía ni conocía que era este deporte, porque la mayoría veía o solo jugaba basquetbol y fútbol. Pero un día yendo a traer tortillas cerca del parque vi como estaban entrenando bádminton. Entonces pregunté si me podía quedar a jugar y ya no regresé a la casa con las tortillas”, recuerda entre risas.
Yeison dice que, aunque la cancha era improvisada, entre su entrenador y sus compañeros se las ingeniaban para poder practicar y divertirse en la sesiones de entrenamiento.
Potenciado por su talento, Yeison empezó a destacar en torneos regionales y nacionales, en los que rápidamente llamó la atención de los entrenadores.
“Luego de algunos torneos donde me fue bien recibí una carta de la Federación, la cual aún guardo, y en la que me decían que había sido convocado para entrar a la Federación y yo sin saber que tenía que mudarme a la ciudad”, rememora Yeison.
Yeison dice que al principio estaba contento de unirse al equipo junior que entrenaba en la capital, pero al mismo tiempo admite que fue muy duro dejar a su familia. “Pasaban semanas en las que lloraba mucho, y fue todo un proceso de adaptación”, reconoce.
A los dos años de ya estar integrado a esta nueva etapa, en 2016, Yeison sobresalió con medallas en los Campeonatos Centroamericanos hasta consolidarse con el equipo mayor.
Logros destacados
Yeison debutó en el ciclo olímpico en junio del año pasado con motivo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, San Salvador 2023, donde sobrepasó sus propias expectativas.
“Llegar a la final individual no me lo esperaba. Me sorprendió mi nivel porque antes del torneo mi meta era por lo menos llegar hasta cuartos de final. Pero el subcampeonato me dejó muy satisfecho”, asegura sobre su actuación.
Otra de las experiencias más sobresalientes de Yeison fue que con apenas 18 años fue seleccionado por la Federación Mundial (BWF en inglés) para completar un campamento en Dinamarca, en el Centro de Excelencia de Bádminton donde surgió el campeón olímpico Viktor Axelsen.
“Nunca me imagine estar donde estoy, todavía no me la creo”, dice sin reparos.
Su ídolo
El jugador que ocupa el puesto 126 del ranquin mundial, vive un sueño al compartir entrenos todos los días con Kevin Cordón, quien en París 2024 jugará sus quintos Juegos Olímpicos.
“Es satisfactorio entrenar con mi ídolo. Cuando me ve entrenar, se mete a la cancha a ayudarme y me orienta en aspectos técnicos. En el futuro sé que trabajando muy fuerte podría llegar a ser como él”, admite.
Adversidades
Volviendo a su niñez, Yeison cuenta que nunca ha pensado hacer otra cosa que no sea deporte.
“Si preguntas en mi casa, te van a decir que yo siempre he sido activo. Tengo muchas cicatrices en mi cuerpo, por lo inquieto que era. En la cabeza tengo una de una que me metí por estar trepando árboles. Y una en la boca, de la que no recuerdo porque era pequeño. Esa fue por hacer trucos en bici, perdí el conocimiento y todos pensaron que me había muerto, porque estaba en una posa de sangre. Paré en el hospital y me recuperé”, detalla.
Yeison creció junto a sus abuelos, ya que debido a las dificultades económicas sus papas y hermanos emigraron a Estados Unidos.
“A la distancia ellos siempre me han apoyado, pero por mi mente nunca ha pasado irme. Siempre he estado metido en el deporte y prefiero quedarme y aprovechar la oportunidad que tengo en la Federación”, dice con sinceridad.
Y manifiesta su admiración por su papa: “hablar de él me da nostalgia. Sé que todo lo que ha hecho es por nosotros, su familia. Es la persona que más admiro en el mundo”.
Metas en el deporte
Yeison, quien entrena bajo las órdenes de Rodolfo Ramírez y Muamar Qadafi, espera consolidarse con la selección mayor y tiene claro hasta donde quiere llegar.
“A corto plazo mi meta es clasificar a Juegos Panamericanos de Lima 2027. Y a largo plazo ir a Juegos Olímpicos”, dice.
Atleta federado
Desde que Yeison comenzó su carrera como atleta junior ha recibido el apoyo de la Federación Nacional y por eso muestra su agradecimiento: “Se siente bien tener el apoyo de la Federación y de las demás instituciones del deporte. Eso me permite dedicarme sin distracciones al bádminton”, remarca.
Desde que se instaló en la capital Yeison vive en el albergue de la Federación, donde tienen todo a disposición para también cumplir con sus sesiones de entrenamiento.