En la recta final del pasado mercado de verano, el Real Madrid completó uno de sus fichajes soñados. Tras unas eternas negociaciones que por momentos llegaron a parece interminables, la directiva blanca anunció a bombo y platillo la contratación de Gareth Bale, futbolista cuyo coste ha ascendido hasta los 100 M€.
Pues bien, hace justo un año, el Ciclón Galés estuvo muy cerca del eterno rival blanco. Según relata la web Latdp.cat, nada más concluir la temporada 2011-2012, el FC Barcelona se puso en contacto con el entorno del jugador para saber si estaría dispuesto a convertirse en el nuevo lateral zurdo del cuadro azulgrana.
Aunque los catalanes estaban decididos a invertir unos 60 M€ en su contratación, el agente del futbolista, Jonathan Barnett, frenó el ansia del conjunto azulgrana al comentar a uno de los dirigentes de la entidad que su cliente aún no estaba preparado para dar el salto a un gran equipo y que lo más recomendable era esperar un par de años antes de reclutarle.
Recibido el mensaje, el Barça se lanzó a por Jordi Alba y se olvidó por completo del jugador que, doce meses después, terminaría recalando en las filas merengues.