Cristiano ya trabaja junto al resto de sus compañeros en la Ciudad Real Madrid de Valdebebas. El delantero portugués se reincorporó ayer a los entrenamientos del conjunto blanco, en una sesión que arrancó a las 17:00 horas de la tarde. El vigente Balón de Oro pudo verse cara a cara por primera vez con Zidane desde el final de la pasada campaña y después de hacerse público su enfado por la acusación de la Fiscalía de haber defraudado 14,7 millones de euros procedentes de sus derechos de imagen. También tuvo lugar el primer encuentro entre Cristiano y Florentino Pérez, que acudió a Valdebebas para saludarle (el presidente estuvo con el resto de la plantilla en la gira estadounidense).
De hecho, valoró seriamente la opción de pedir al Madrid salir del club, aunque la defensa que hizo de él Florentino Pérez en varias entrevistas amansó las aguas. Aunque no es una herida cerrada, pues Cristiano no se ha pronunciado sobre ese tema aún; apenas dejó un mensaje en sus redes sociales: “Lo que molesta a la gente es mi brillo, ¡los insectos sólo atacan a las lámparas que brillan!”.
Como rezaba la nota del club en la web oficial, «se incorporó al trabajo con el resto de sus compañeros. Ronaldo completó con normalidad el inicio de la sesión junto al grupo y después continuó con su puesta a punto llevando a cabo un entrenamiento en solitario». El Madrid subió varias imágenes del delantero, durante el trabajo con el grupo y luego en solitario; en todas se dejó ver con gesto serio, sin sonrisas.
Ahora le queda alcanzar el tono físico del resto de sus compañeros, tarea complicada de momento pues algunos, los que arrancaron la pretemporada desde el inicio, llevan trabajando desde el día 10 de julio, cuando fueron citados en Valdebebas para pasar los reconocimientos médicos, antes de volar el 11 a Los Ángeles. El objetivo de Cristiano, que no jugará la Supercopa de Europa contra el Manchester United el martes en Skopje (Macedonia), es estar listo para la ida de la Supercopa española, el domingo 13 en el Camp Nou, contra el Barcelona.
