No hubo tregua en la primera etapa llana del Tour de Francia 2015. Todo lo contrario. El viento y la lluvia hicieron saltar la carrera en pedazos con consecuencias importantes para la general. Chris Froome y Alberto Contador entraron en el grupo de cabeza y metieron 1:28 y 1:24 minutos, respectivamente, a Nairo Quintana, Vincenzo Nibaliy Thibaut Pinot, entre otros. La victoria se la llevó el alemán Andre Greipel al sprint. El suizo Fabian Cancellara, que entró tercero, es el nuevo maillot amarillo tras lograr cuatro segundos de bonificación, después de que Rohan Dennis se quedara descolgado en el segundo paquete.
Esta segunda etapa del Tour acabó en Zelanda, una de las doce provincias de los Países Bajos. Zelanda, en neerlandés, significa ‘País del mar’, lo que ya evoca la costa… Y la costa evoca viento. La meta, de hecho, estaba situada en un dique. No hizo falta llegar al mar para que ya soplara el aire. A 120 km de la llegada, el realizador de televisión enfocaba a un árbol que doblaba sus ramas por el viento. Paralelamente, el Twitter oficial del Tour ponía un tuit: ‘Oh, oh, oh’, que iba acompañado por el vídeo de una bandera que ondeaba con violencia.
Pero fue la escuadra de Alberto Contador la que formó un abanico. Faltaban 100 kilómetros para el final de la etapa. Las intenciones del madrileño estaban sobre el tapete: no va a desperdiciar ni una oportunidad para hacer su guerra de guerrillas.
Y entonces cambió el escenario. Nairo enlazó con Nibali a falta de 35 km. Casi paralelamente, la lluvia amainó por momentos. El grupo de Contador había abierto una brecha de un minuto, pero las fuerzas crecían por detrás. Si había poca emoción, el ‘Tiburón del Estrecho’ sufría una avería. No podía elegir peor momento, aunque los coches se encargaron de suavizar su agonía. Cuando la diferencia parecía que se podía reducir, pasó exactamente todo lo contrario: una caída del ‘movistar’ Anacona llevó el crono a 1:20. La diferencia final se estabilizó ahí: 1:28 para los primeros. Contador cedió un pellizco de 4 segundos por la inercia del sprint: 1:24. Una buena tajada para una etapa llana.
La resolución de la jornada premió el trabajo del Lotto-Soudal. El alemán Andre Greipel, lanzado por Tony Gallopin, se impuso al sprint a Peter Sagan. Fabian Cancellara, que entró tercero, se enfundó el amarillo gracias a los cuatro segundos de bonificación que logró en la meta. Martin se quedó con la miel en los labios. Cancellara ostenta un récord histórico, porque es el corredor que más veces ha vestido el maillot sin haber ganado la general, con 29 días.
Esta primera etapa del Tour también tuvo sus primeros aventureros. Pierrig Quémeneur (Europcar), Jan Barta (Bora), Stef Clement (IAM) y Armindo Fonseca (Bretagne) saltaron en el kilómetro 1. Pero con la trisca que se montó después, su intento quedó en una anécdota. A 63 km de la meta, su fuga ya era historia.