Iljo Keisse venció en Milán en la etapa que ponía cierre al Giro 2015. El belga del Etixx y el australiano Luke Durbridge, dos pistards, desafiaron al pelotón a falta de 32 kilómetros y culminaron la escapada, que dio a Keisse, más listo en la recta de meta, la victoria. Pero las miradas enseguida giraron a la maglia rosa,a Alberto Contador, que cerró su segunda victoria en la ronda italiana y su séptima gran ronda por etapas. El ciclista de Pinto se instala ya entre los más grandes de la historia, empatado a grandes con Miguel Indurain y Fausto Coppi, y sólo por detrás de Jacques Anquetil (ocho), Bernard Hinault (diez) y Eddy Merckx (once).
Contador compartió podio con Fabio Aru y Mikel Landa, dos jóvenes ciclistas del Astana, el equipo más fuerte de la ronda, que marcan el futuro del ciclismo. Sin apenas descanso, el madrileño del Tinkoff preparará su asalto al doblete Giro-Tour, que sólo han redondeado siete ciclistas anteriormente y que no se consigue desde Marco Pantani en 1998.