En la siguiente nota te contamos todo lo que tienes que saber sobre el deporte de lucha, que en Juegos Olímpicos es uno de los deportes más antiguos que se practica.
La lucha es un deporte donde dos individuos se enfrentan con el objetivo de derribar o sujetar los hombros de su oponente contra el suelo, o bien superarlo durante el combate.
En el programa de deportes de Juegos Olímpicos, existen dos modalidades de lucha: libre y grecorromana. Las reglas son similares, excepto que en la grecorromana un luchador no puede atacar por debajo de la cintura ni utilizar las piernas para agarrar.
Un poco de historia
Con excepción del atletismo, la lucha es uno de los deportes de competición más antiguos del mundo. Se han encontrado representaciones de luchadores en dibujos rupestres en Francia y en el antiguo Egipto que datan del año 3.000 a.C.
Los griegos antiguos utilizaban este deporte para entrenar a sus soldados en el combate cuerpo a cuerpo, y los romanos lo adoptaron y modificaron para reducir su brutalidad.
La historia de la lucha libre profesional tiene sus raíces en Francia alrededor de 1830. Los luchadores que no lograban acceso a los círculos élite del deporte formaron grupos itinerantes que recorrían Francia exhibiendo sus habilidades.
Estos luchadores compartían escenario con espectáculos de animales salvajes, equilibristas y fenómenos como mujeres barbudas.
Estilos de lucha y diferencias
La principal diferencia entre los estilos de lucha radica en las técnicas de agarre permitidas. En la lucha grecorromana (en la que compiten solo hombres), únicamente se autorizan agarres por encima de la cintura, mientras que en la lucha libre (hombres y mujeres) se permite el contacto en todo el cuerpo, incluyendo la aplicación de zancadillas y la sujeción de las piernas.
A pesar de que los combates comparten la misma duración, con dos períodos de tres minutos y pausas de 30 segundos entre ellos, existe una situación única en la lucha grecorromana: la puesta a tierra ordenada.
Una vez por período, en caso de inactividad, el combate se traslada al suelo. El luchador inactivo empieza boca abajo, y su oponente tiene entre 20 y 30 segundos para sujetarlo por la cintura, levantarlo o dejarlo con la espalda en el suelo para sumar puntos. Esta situación es excepcional en la lucha libre.
Otra distinción notable es el criterio para terminar el combate por superioridad técnica, que difiere entre los dos estilos: en la lucha libre se requieren al menos 10 puntos de diferencia, mientras que en la lucha grecorromana se necesitan 8 puntos o más. El objetivo principal para ganar un combate en ambas modalidades es sumar puntos.
Las infracciones pueden resultar en puntos para el oponente. Por ejemplo, agarres ilegales, intentar huir de un agarre en lugar de defenderlo, o ser pasivo.
Está prohibido estrangular, torcer los brazos, golpear con el codo o la rodilla, dar cabezazos, jalar el pelo, morder o clavar la cabeza del adversario contra el suelo. Tampoco se permiten agarres que pongan en peligro la cabeza, el cuello o la espalda.
La lucha en los Juegos Olímpicos
La lucha se introdujo en los Juegos Olímpicos antiguos en el año 708 a.C. como parte del pentatlón. En los Juegos Olímpicos modernos, la lucha ha sido un elemento central desde su reanudación en Atenas en 1896.
En 1904, la lucha libre hizo su debut en los Juegos de San Louis, limitada exclusivamente a luchadores estadounidenses. No fue hasta los Juegos Olímpicos de Londres de 1908 que se incluyeron competiciones para ambos estilos.
Sin embargo, en los Juegos Olímpicos de Estocolmo de 1912, la lucha libre fue nuevamente excluida del programa, siendo reemplazada por competiciones de glima, la lucha islandesa. Los combates de lucha se llevaban a cabo en tres colchonetas al aire libre.
La lucha femenina se incluyó en el programa olímpico en Atenas 2004, inicialmente con cuatro pruebas, y posteriormente se aumentó a seis en Río 2016, igualando el número de categorías masculinas.
Fuentes: Olympics, Marca, United World Wrestling.