El Xelajú de Guatemala anunció que no se involucrará en la investigación que la Fiscalía de Quetzaltenango realiza en contra de siete jugadores de ese club, acusados de violencia contra menores por haber propinado una paliza a un muchacho de 15 años durante su «bautizo» de ingreso al equipo.
«El camerino es un espacio en el que la junta directiva no tiene ni voz ni voto, éste pertenece a los jugadores del club», por lo tanto no pueden interferir en lo que allí ocurre, precisó Domínguez.
El jueves pasado, Mario Humberto Rodas Ramírez, de 14 años, integrante de la selección sub-15 de Quetzaltenango, y jugador de la cantera del Xelajú, presentó la denuncia de las agresiones ante la Fiscalía de esa ciudad, ubicada a 200 kilómetros al oeste de Ciudad de Guatemala.
Tras salir del hospital en el que se recuperó de los golpes, Rodas dijo que los jugadores del Xelajú le cortaron el cabello, lastimaron sus genitales y golpearon, por negarse a ser ‘bautizado’.
Los señalados por el juvenil son el brasileño Israel Silva, el costarricense Sergio Morales, el hondureño José Mendoza, el brasileño Juliano Rangel y los guatemaltecos Milton Leal, Julio Estacuy y Kevin Arriola.
Hasta el momento los jugadores se han negado ha hablar con la prensa y solo han participado en reuniones con los directivos y técnicos del club donde han discutido el tema.
Además adelantó que «quienes tengan relación directa con el caso y sean señalados culpables, quedarán desligados de la institución» decisión que la junta directiva ha tomado para sentar precedente y evitar que esto vuelva a suceder.
También aseguró que los directivos del equipo se han comunicado con la madre del menor para ofrecerle ayuda en el proceso de rehabilitación, en caso fuera necesario.