Casillas vio truncada en Dortmund una racha exitosa que se remontaba a casi dos años atrás. El primer capitán del Real Madrid llevaba acumulados 26 partidos oficiales de blanco sin conocer la derrota, en los que registraba 21 victorias y cinco empates. Sólo había encajado 13 goles en 2.185 minutos (un gol cada 170 minutos).
El martes se acabó esa trayectoria inmaculada en Dortmund, misma ciudad y mismo campo (Iduna Park) en los que el portero internacional había perdido su último partido en Champions con el Madrid (fue ante el Borussia, el 24-10-2012, en la fase de grupos: 2-1). En Liga, hay que remontarse al 24-11-2012, en aquel Betis-Madrid (1-0) que dejó al equipo de Mou casi sin opciones de luchar por el título.
Año y medio después, Iker perdió un partido. Y eso que él se empeñó en lo contrario. Firmó tres intervenciones, una en la primera parte y dos en la segunda, que evitaron que la debacle fuera a mayores. Casillas no perdió la compostura pese a la endeblez defensiva del equipo de Ancelotti, incapaz de contener el vendaval de los alemanes. Sólo claudicó ante Reus. Con ese doblete encajado, Casillas acumula 673 partidos oficiales de blanco, con 701 goles recibidos.
Elogios. El propio Ancelotti, el artífice de la decisión que él mismo calificó de “anómala”, explicó tras el partido de Dortmund que “el porcentaje de culpa de Iker en el pase de la eliminatoria es muy grande”.
A Casillas sólo le quedan cuatro partidos como máximo por jugar hasta el término de la temporada. La final de Copa del miércoles en Valencia y tres de Champions, siempre que el Madrid se meta en la final de Lisboa (24 de mayo). Si así fuese, Iker habrá acabado la temporada con 22 partidos oficiales jugados… ¡sobre 60!
