Cuando aún era un adolescente, Caio Fernandes se desvivía por ser futbolista profesional mientras se desempeñaba en las inferiores del San Pablo y admiraba a Ronaldino y a Robinho. Sin embargo, cuando llegó el momento de sumarse a la reserva, desde el club paulista le cerraron la puerta.
«Decían que no tenía tamaño para ser jugador, ya iba a trabajar de otra cosa», explicó en una entrevista con el Diario Olé, al referirse al tiempo en el que se fue a probar a Santos y Palmeiras.
El último intento fue cuando se presentó en una práctica de un colegio japonés a los 17 años. No solo encantó al entrenador con su juego, sino que éste le ofreció ir a probarse a un club nipón: «Con dos toques de pelota, me llevaron».
Tras pasar un tiempo en equipos amateurs, el Kashima Antlers (que este miércoles deberá jugar ante el Real Madrid) se interesó por él y lo contrató en 2014. Sus gambetas y su velocidad rápidamente le hicieron un lugar en el primer equipo, en el que ganó en 2015 la Copa J. League y en donde fue elegido como el Novato del Año.
En 2016, se mudó al Al Ain de Emiratos Árabes Unidos: «Hice una buena elección porque puedo ayudar más a mi familia», señaló al diario español Marca, sobre su transferencia al conjunto en el que ya lleva más de 100 partidos y en donde conquistó la Liga Árabe del Golfo.
Este martes, el punta que se destaca por su verticalidad, fue una de las figuras de su equipo en el triunfo por penales ante River, tras el 2-2 en el tiempo suplementario. El delantero, además, marcó el segundo tanto de su equipo tras una sensacional jugada individual.
«No vamos a entrar con miedo», había anticipado en una entrevista con Fox Sports en la que también había destacado a Juan Fernando Quintero como el jugador a tener en cuenta: «(River) Tiene muchos jugadores muy buenos, pero creo que Quintero es un jugador diferente y hay que tener cuidado».
Caio, de 24 años, está en la mira del Porto por lo que si mantiene este nivel podría ser incorporado al conjunto portugués y jugar la fase final de la Champions League.
