Neymar ha quemado todas las etapas en la recuperación de la fisura de su quinto metatarsiano del pie derecho y el 3 de junio podría saltar al campo junto a sus compañeros de la selección de Brasil para el amistoso ante Croacia previo del Mundial.
El atacante ya se ha reintegrado a los entrenamientos del PSG, aunque a un ritmo menor. Pero la idea del servicio médico de la CBF es que sea uno más desde el lunes en Granja Comary para conseguir el ritmo competitivo. No se espera que Neymar llegue al cien por cien al primer encuentro ante Suiza sino que su nivel suba de forma paulatina con el paso de los encuentros de la fase de grupos. Algo parecido a lo que vivió Ronaldo en 2002 durante el Mundial de Corea y Japón. El Fenómeno llegó a la cita después de dos años de calvario tras la lesión en el tendón rotuliano de su rodilla derecha y regresó de Asia con el Mundial y siendo el máximo anotador con ocho dianas. En los dos primeros encuentros, ante Turquía y China, apenas disputó 70 minutos y le dio tiempo a marcar dos tantos. Después lo jugó todo hasta las semifinales contra Turquía.
“Evolucionará gradualmente para llegar de forma ascendente al Mundial. Algo como lo que ocurrió con Ronaldo en 2002. No puedo afirmarlo, pero tengo la convicción de que estará en condiciones óptimas”, contó el preparador físico de la ‘canarinha’ Fábio Mahseredjian a Sportv.
El equipo de Tite trabajará para que Neymar llegue bien físicamente a Rusia, pero también hay que hacer hincapié en el lado psicológico ya que el propio futbolista ha reconocido en más de una ocasión que tiene miedo a volver a caer. Algo comprensible cuando se sale de una lesión de este tipo. “A todos nos causa inseguridad cuando experimentamos un dolor nuevo. Todos nos preguntamos de dónde viene ese dolor. Pero Neymar no tiene problemas de peso. No habrá ningún problema”, añadió Mahseredjian.