A partir del 12 de junio el balón rodará en las canchas de Brasil para definir a la mejor selección en la inauguración de la Copa FIFA.
Sin embargo, para que el torneo celebrado cada cuatro años sea un éxito, el Mundial deberá cumplir con varios objetivos y despejar las dudas que rodean a la competencia que tiene designados a los 32 invitados.
Repartidos en ocho grupos, los equipos deberán superar los 145 goles obtenidos en Sudáfrica y mejorar el promedio de 2.29 tantos por cotejo.
Gran parte de la responsabilidad de este objetivo recaerá en los delanteros a seguir como los nominados al Balón de Oro 2013: Lionel Messi por Argentina, Cristiano Ronaldo con Portugal y Franck Ribery con Francia.
A ellos se unen estrellas como Wayne Rooney con la Selección de Inglaterra, David Villa con la campeona España y Neymar con los anfitriones.
Como locales, los amazónicos tienen el reto doble ante la presión de ganar la sexta copa en su historia además de poder tomar revancha del campeonato celebrado en 1950, donde alcanzarón la final pero cayeron ante Uruguay.
En torno al país también se despliegan varias dudas pues el Comité organizador ha tenido que enfrentar varias críticas que van desde la construcción de los estadios hasta las protestas que ponen en jaque al gobierno.
Y es que mientras se erigían los complejos que albergarán los partidos en las 12 ciudades sede ha costado la vida de obreros como ocurrió en Manaos.
Eso sin contar con la ausencia de hospedaje pues los barrios marginales ofrecen un hospedaje más económico a los turistas que acudan al Mundial.
Las protestas que se vieron durante la Copa Confederaciones podrían repetirse este verano mundialista con miles de personas en las calles de ciudades como Sao Paulo o Brasilia que exigen mejores servicios al gobierno.
Todo ello será el contexto para un Brasil que se declara listo para la Copa que el mundo espera cada cuatro años.