Benzema acaba contrato con el Madrid el 30 de junio de 2015 y aún no ha renovado. De hecho, las posturas del jugador y del club están alejadas. El delantero, que llegó al Madrid en 2009 como una apuesta personal de Florentino (fue a Lyon a ficharle por 35 millones de euros), ha pedido que le doblen el sueldo: gana 4,5 millones de euros netos por temporada y quiere 9 (por delante sólo estaría Cristiano, con 21 millones de euros por campaña, e igualaría a Bale). El entorno del jugador se justifica con el argumento de que esta es la primera mejora salarial que pide en cinco años (desde que fichó), pero el Madrid no se plantea doblarle la ficha, lo considera desorbitado.
El punto de encuentro está lejano y las conversaciones continuarán. La prioridad del jugador es seguir en el Madrid. Ya ha rechazado dos propuestas millonarias del PSG (en 2011 incluso le pusieron sobre la mesa un cheque en blanco) y no tiene ninguna duda de que al final llegarán a un acuerdo (si no lo alcanzan sería libre para negociar con cualquier club en enero). Sin embargo, donde sobrevuelan las dudas sobre la continuidad de Benzema es en la zona noble del Bernabéu. Ese es otro de los motivos por los que, a un año de expirar el contrato, aún no se ha concretado la renovación.
