Praga acoge hoy el partido con más morbo de este inicio de temporada. Pep Guardiola y José Mourinho, ahora al frente de Bayern Múnich y Chelsea, se disputan la Supercopa de Europa. Optan al título porque sus predecesores, Jupp Heynckes y Rafa Benítez, ganaron Champions y Europa League en mayo, pero la ocasión servirá para verles de nuevo cara a cara tras la dura rivalidad que mantuvieron durante las dos temporadas (2010-11 y 2011-12) en que coincidieron en los banquillos de Barça y Real Madrid.
Ayer uno y otro se esforzaron en dejar en un segundo plano aquella terrible rivalidad y en dar el protagonismo a sus jugadores pero el ‘súper morbo’ está servido. Mourinho habló primero para la prensa en Praga. Dijo que no iba a hablar del pasado a la vez que mostraba el escudo del Chelsea de su camiseta. Pero entró al trapo cuando le recordaron que sólo ganó a Guardiola en tres de sus 15 duelos.
«Tus estadísticas están muy equivocadas. Ve y mira qué paso con en el Inter en la seminal de Champions (2010), la final de Copa (2011) y Supercopa (2012) con el Real, la Liga de los récords», se ufanó Mou (olvidó que en la Supercopa ya estaba Tito). Pese a este repaso de sus méritos, dijo no moverle ningún personalismo. «No se trata de mí y de Pep, se trata de Chelsea y Bayern», incidió y elogió al rival. Mou sólo volvió a irritarse al ser cuestionado por Juan Mata. «Queremos que siga; es un jugador muy importante», aclaró.
Guardiola no entró en polémicas e incluso alabó a Mourinho. «El Chelsea tiene a un grandísimo entrenador y el Bayern, también», dijo. «Tengo un gran respeto por él (Mou) y su trayectoria. Intento aprender de todos los entrenadores». Sobre sus difíciles inicios en el Bayern, analizó que «jugar como en Barcelona es imposible porque la calidad de los jugadores es totalmente diferente». Admitió que éstos le han ayudado más que él a ellos: «Espero que esto cambie». Y reveló que en el futuro «me gustaría entrenar en Inglaterra».