Mañana será un día movido en Can Barça. Desde las 12:00 están citados los socios compromisarios para aprobar la gestión de la Junta ahora presidida por Josep María Bartomeu, aunque hasta el pasado 28 de enero la comandaba Sandro Rosell. Con la sensación de estar haciendo bien las cosas, el presidente pretende, según explicó ayer Miguel Rico en la contraportada de Mundo Deportivo, anunciar su idea de optar a la reelección, más allá de 2016.
Bartomeu ha visto cómo el panorama se ha ido tranquilizando con el paso de los meses. Su llegada al despacho presidencial del Camp Nou fue bastante agitada, golpeada por una serie de dudas derivadas tras la denuncia del soci Jordi Casas, por la operativa montada para contratar a Neymar y por la sanción de la FIFA por el conocido caso Masía procedente de una denuncia anónima.
Tras ir arrinconando a Toni Freixa (con Bartomeu perdió sus tareas como portavoz del club y secretario de la Junta) para dejarlo en un simple vocal y ver cómo Pilar Guinovart y Eduard Coll se bajaban del barco alegando motivos personales, el presidente sabe que tiene un equipo de trabajo consistente, aunque tratará siempre de protegerse la espalda por lo que pueda sucede.