En nuestra entrevista de la semana, conoceremos de cerca la historia del joven beisbolista Sebastián Barrios García, quien tras dos años ligado a los Marineros de Seattle volvió a la Liga Nacional.
Con la misma convicción que enfrenta a los bateadores desde la “lomita”, el pitcher de 19 años, Sebastián Barrios, habla claro sobre sus grandes aspiraciones profesionales.
Tras cumplir el sueño de jugar con la organización de los Marineros de Seattle, Sebastián está listo para afrontar una nueva etapa de su carrera en la que llega con madurez y humildad.
En la charla con el lanzador derecho, que ahora pertenece a la novena de los Vikingos, cuenta sobre su anhelo de que algún guatemalteco llegue a las Grandes Ligas, dice que su máxima inspiración es su madre y asegura que el trabajo psicológico es una parte fundamental del béisbol.
Niñez ligada a la pelota
Sebastián descubrió el béisbol porque sus vecinos jugaban cerca de su casa y así empezó a practicarlo junto a su hermano.
“Luego a los 7 años empezamos en la Liga Pequeña Gálvez Sobral, jugando con el equipo de Grand Slam. De niño jugaba de todo y creo que eso me ayudó a convertirme en atleta. Desde pequeño siempre me gustó lanzar fuerte y mis entrenadores rápido lo descubrieron”, recuerda.
Como muchos otros niños y niñas, Sebastián dice que el apoyo familiar fue fundamental para seguir en el deporte: “Le agradezco a mi madre que siempre nos alentó en lo que quisimos hacer y en el deporte no fue la excepción”, confiesa.
Su trayectoria
Gracias a su talento, Sebastián cuenta que “empecé a viajar mucho como parte de las Ligas Pequeñas y me veían muchos scouts de diferentes organizaciones”.
Sebastián cuenta como fue luego su transición de juvenil a mayor: “fue diferente porque yo debuté en Liga Nacional a los 14 años y me adapté rápido porque siempre jugaba en categorías arriba de mi edad”.
El gran salto en su carrera llegó en el 2021 cuando le llegó la oportunidad de enrolarse con los Marineros de Seattle.
Experiencia de primer nivel
El contrato de Sebastián con los Marineros fue para vincularse a las categorías menores en República Dominicana.
“Estuve un año cerrado con ellos, eso quiere decir en un acuerdo de palabra. Luego ya que firme oficialmente y me fui a jugar a la academia en República Dominicana”, relata.
“Aprendí muchísimo, ha sido una de las oportunidades más grandes que he tenido en mi vida. Aprendí todo lo que tiene que aprender un pitcher profesional. Además, aprendí a que la humildad vale más que todo el dinero del mundo”, añadió.
Otra de las experiencias que marcó a Sebastián durante su permanencia con los Marineros, fue la de apoyar en la formación de niños: “hoy ese es mi objetivo, ayudarlos a que se desarrollen”, enfatiza.
A decir de Sebastián, las puertas de las organizaciones de las Grandes Ligas siguen abiertas para los jugadores nacionales porque hay muchos prospectos que ha puesto a Guatemala en el mapa del beisbol internacional.
La meta más anhelada
A pesar de haber finalizado su afiliación con los Marineros, Sebastián no oculta sus aspiraciones: “El sueño de todos los beisbolistas es llegar a las Grandes Ligas. Tuve un entrenador que siempre me enseñó a luchar por mis sueños e intentar alcanzarlos de una u otra forma. Es decir, quiero ser Grandes Ligas, no importa si es como jugador, entrenador, psicólogo, no importa cómo, pero esa es la meta de todos, ver a un chapín en Grandes Ligas”.
Sin embargo, el jugador de 19 años asume que tanto en la vida como en el deporte debe estar preparado para afrontar obstáculos. “El deporte me ha enseñado a ser independiente y maduro emocionalmente. En el deporte se presentan dificultades como lesiones, malas rachas, problemas de confianza, pero he sabido llevarlas”, afirma.
Deporte de alta exigencia
Hablando sobre lo que más le apasiona, Sebastián asegura que el “beisbol es un deporte que está diseñado para fallar. Es el más lindo y uno de los más complejos y en el que si no se trabaja en equipo no se ganan juegos”, añade.
El lanzador derecho explica que su preparación incluye fuerza, acondicionamiento físico, pero también la parte psicológica: “Creo que el beisbol es 90% mental y 10% físico, por eso el trabajo psicológico es fundamental”, recalca.
Su ejemplo de vida
Sebastián no duda en responder cuándo se le pregunta sobre su inspiración: “Mi señora madre (Gelen García), es la luzde mis ojos, todo lo que tengo en la vida se lo debo a ella, es la razón y motivo para dar lo mejor de mí, para tratar de ser un buen ser humano y pelotero”, admite.
Para cerrar la entrevista, Sebastián cuenta que, aunque no tiene ningún ritual para entrenar o salir a jugar, algo que no puede faltarle es su diario: “siempre me acompaña y me ayuda a estar presente, plasmar mis ideas y planes”.
Además, enumera sus mejores logros como beisbolista: “gané muchos lideratos, entre mis favoritos fue un juego perfecto que tiré en la Liga Pequeña, un tercer lugar en un Latinoamericano de la Liga Infantil Williamsport en Colombia y por supuesto mi contrato profesional”.
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