El FC Barcelona saltará al césped del Camp Nou para jugarse algo más que tres puntos. Tras las críticas recibidas por el juego directo aplicado en Vallecas, los azulgranas se medirán a la Real Sociedad con la necesidad de conseguir una victoria que les reconcilie con una afición que se había acostumbrado al toque como único argumento.
Ayer mismo, Gerardo Martino ya tuvo que enfrentarse a este asunto y sus palabras dejaron entrever que no le resulta sencillo digerir las inevitables comparaciones. «El Barcelona ha rayado la excelencia futbolística y se darán este tipo de comparaciones y más si el entrenador, como es mi caso, no es de la casa o no es holandés. Pero a mí lo que me interesa es cómo está el grupo y si es sólido», indicó.
Y es que, por mucho que el Tata tire de resultados y estadísticas –«El año pasado ganó la liga con un 66 por ciento de posesión de media. Nosotros tenemos un 65’8. Si ese 0’2 justifica pensar que vengo a cambiarlo todo yo no podría contestar…», aseveró- ni la parroquia azulgrana ni los medios que siguen la actualidad se conforman ya con sumar puntos. Eso significaría equipararse al Real Madrid de José Mourinho y en Can Barça los famosos valors están por encima de todo.
El rival de esta noche no es, precisamente, el más indicado para reconquistar el imperio de la posesión. A los de Jagoba Arrasate también les gusta manejar el cuero y presionar muy arriba, por lo que tal vez el Barça tenga que recurrir en más de una ocasión al balón en largo o a la salida al contragolpe, dos acciones que aún resultan tabú para sus aficionados.