El Barcelona vuelve a ocupar el trono de la Liga española, y esta vez sin la presencia de Lionel Messi.
Los azulgranas pusieron fin a una sequía sin ganar el título doméstico que se extendió cuatro años al salir victoriosos el domingo 4-2 en el feudo del Espanyol, un partido que acabó con una invasión de cancha por los hinchas del club que provocó que los jugadores Barça corrieran hacia el vestuario.