La Copa tiene finalistas y, a falta de un estadio nacional, la controversia habitual sobre el escenario, aunque todos los caminos parecen conducir al Bernabéu. La Federación Española tomará una decisión sobre la sede la próxima semana tras reunirse con representantes de Barcelona y Athletic, que disputarán su octava final, y con cinco estadios sobre los que debatir: Bernabéu, Camp Nou, San Mamés, Mestalla y La Cartuja. Todos con capacidad para más de 50.000 espectadores, único requisito impuesto por la FEF. El grupo de rock AC/DC invalida los otros dos recintos con aforo suficiente, porque la final es el 30 de mayo y la banda actúa el 29 en Montjuïc y el 31 en el Calderón.
A la Federación sólo han llegado, hasta el momento, dos propuestas: la del Valencia, que ofrece Mestalla, y la del Ayuntamiento de Bilbao, que propone San Mamés. Sin embargo, la segunda opción está casi descartada porque se pretende un campo neutral y porque el estadio del Athletic es propiedad de la sociedad San Mamés Barria, en la que, además del consistorio, participan Diputación, Gobierno Vasco, BBK y el club vizcaíno. Y este no ha movido un dedo por la final y probablemente no lo hará, toda vez que se encuentra en pleno proceso electoral, dirigido por una gestora y sin presidente, en el mejor de los casos, hasta el 12 de marzo.
Así, emerge el Bernabéu como escenario favorito para Barça y Athletic, aunque el Madrid no se ha pronunciado aún ni ha solicitado el choque. En 2012 rechazó albergar una final con los mismos contendientes pretextando unas obras apalabradas con anterioridad (se jugó en Mestalla). La Federación espera que esta vez acepte.