El galés Gareth Bale completó el último paso de su largo proceso de recuperación, al sumarse a la dinámica de grupo en el entrenamiento de la ciudad deportiva de Valdebebas, donde la plantilla del Real Madrid puso su mente en el regreso de la Liga de Campeones y comenzó a preparar el duelo frente al Nápoles.
Bale fue intervenido el 29 de noviembre de 2016 de una lesión en los tendones peroneos del tobillo derecho. El pasado 2 de febrero comenzó con el trabajo de campo y diez días después dio su último paso, al volver a ejercitarse al mismo ritmo que el resto de sus compañeros. Aunque Zinedine Zidane le descartó para la ida de los octavos de final de Liga de Campeones, que el miércoles disputa el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu ante el Nápoles italiano, Bale quiere entrar en la lista y su reaparición podría adelantarse. Se producirá con seguridad en LaLiga Santander en la próxima jornada (Espanyol en el Bernabéu) en cuanto gane ritmo tras meses fuera de los terrenos de juego, pero no está descartado aún para el miércoles.
Horas después de recuperar el liderato liguero, que perdió en la tarde del sábado, gracias a su triunfo en El Sadar ante Osasuna, la plantilla del Real Madrid regresó a los entrenamientos en su ciudad deportiva, una hora después de lo habitual, tras llegar de madrugada a la capital de España. Zidane cuidó a sus titulares, que pudieron elegir si soltar piernas con una corta sesión de carrera y estiramientos, o trabajar en el interior de las instalaciones con trabajo fisioterapéutico. Con mayor intensidad se ejercitaron los suplentes de El Sadar, a los que se sumó Bale, que según informa la web del club, compeltaron ejercicios de posesión y presión, disparos a portería y varios partidos en espacios reducidos.