La quetzalteca Astrid Camposeco asistirá a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, luego de la excelente participación de la delegación femenina de pesas en los Panamericanos de halterofilia. Esta es una entrevista que le realizó RRPP del Comité Olímpico Guatemalteco.
Astrid Roxana Camposeco Hernández
A los 13 años empezó a practicar deporte por recomendación de su madre, ya que estaba un poco “gordita”. Empezó haciendo atletismo y luego triatlón. Actualmente estudia la Carrera de Licenciatura en Deportes en la Universidad Galileo. Vive en la Ciudad de La Esperanza, Quetzaltenango y será la primera exponente femenina en levantamiento de pesas de Guatemala en unos Juegos Olímpicos.
“Es una felicidad inexplicable”, resume Astrid Roxana Camposeco Hernández, tras consultarle sobre sus sensaciones acerca de la designación por parte de la Federación Deportiva Nacional de Levantamiento de Pesas para ocupar una de las dos plazas olímpicas que obtuvo Guatemala durante el Campeonato Panamericano de Levantamiento de Pesas disputado en Antigua Guatemala el mes pasado.
¿De niña como fue tu primer contacto con el deporte?
A los 13 años mi mamá consideraba que estaba gordita y me insistió a que hiciera ejercicios. Y en La Esperanza, donde yo vivía, tenía una amiga que me llevo a atletismo. Pero el entrenador que me vio me recomendó que mejor intentara con triatlón. En ese deporte afrontaba dificultades para correr, entonces me mandaron a hacer condición física y fue así como empecé a levantar pesas. Cuando llevaba menos de un mes ya estaba compitiendo en Juegos Nacionales.
¿Qué significado tiene para ti haber logrado la clasificación?
Fue un sueño hecho realidad. Uno empieza a practicar deportes por diversión y no se imagina que tan lejos puede llegar. Es una satisfacción grande. Llevaba mucho tiempo entrenando y esperando oportunidades como estas. Hay muchas cosas buenas que han pasado en mi vida, pero representar a Guatemala es mucho más fuerte. Es una felicidad inexplicable.
¿A qué persona en especial le dedicas tus logros?
A mi mamá (Carmen Hernández). A ella fue la primera a quien se lo conté. Ella es muy importante en mi vida, ya que ha estado a mi lado en todo momento. Aunque sé que ella se pone muy nerviosa cuando me va a ver, me emociona verla en mis competencias.
Camposeco cumplirá su sueño olímpico con apenas 21 años.
Da la impresión de que el levantamiento de pesas es un deporte donde se sufre más de lo que se disfruta…
Es un deporte fuertísimo. La satisfacción que causa tener la barra arriba y saber que uno completó el levantamiento, vale todo el sufrimiento y el sacrificio realizado.
¿Recordás alguna competencia que te haya marcado en especial?
Hace tres años competimos en el Campeonato Panamericano Sub 20 en Sinaloa, México. Yo no tenía esperanzas de absolutamente nada. En arranque me fue mal y terminé de último. Cuando terminamos el arranque, mi entrenador me dijo que yo era capaz de levantar más de 100 kilos en envión, lo cual yo nunca había hecho. Pero yo no estaba segura y pensé que iba a terminar última otra vez. Al final todas empatamos con 105 kg, y como yo tenía el menor peso corporal me dieron la medalla de oro.
¿Cómo calificas la experiencia en el Campeonato Panamericano?
Fue una competencia muy esperada por nosotros. Siento que pude haber dado un poco más. Sin embargo ha sido una de las competencias más satisfactorias porque fue donde conseguimos la clasificación a Juegos Olímpicos.
¿Cómo el deporte ha cambiado tu vida?
En el ámbito social y en todos ámbitos de la vida. Yo soy hija única y empecé a socializar mucho más cuando me metí a hacer deporte. Esto ha fortalecido mi carácter y siento que ha sido trascendental en mi vida.
¿Qué virtudes consideras que se deben tener para la práctica de este deporte?
Considero que la perseverancia es lo más importante. En pesas y en cualquier deporte uno debe tener fe y así se puede llegar lejos. Además es primordial preservar los valores que a uno le enseñaron en su casa, para jugar limpio y no pasar encima de otros competidores.
¿Cómo te imaginas los Juegos Olímpicos?
Viajar a Europa ha sido uno de mis sueños desde pequeña, al igual que tener la posibilidad de participar en unos Juegos Olímpicos. Así que son dos sueños juntos que se me van a cumplir.
¿Crees que existen muchos mitos alrededor de la práctica del levantamiento de pesas?
En la calle me ve y me dicen: “Tu eres la que levantas pesas, pero ese parece un deporte para hombres”. En Guatemala hay muchos tabúes, sin embargo uno tiene que cambiar la visión de esas personas. A mis amigas las he invitado a entrenar y se han dado cuenta que es algo que puede hacer cualquier persona.
¿En qué consiste tu rutina de entrenamientos?
Son dos sesiones diarias de dos horas. El resto del tiempo debe ser de descanso. En mi caso yo aprovecho el tiempo para estudiar y hacer mis tareas de la Universidad.
