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Así ganó el Bayer su sexto título de Europa

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LISBOA (AP) — Ataviado con una camiseta con la fase “Campeones de Europa”, Joshua Kimmich rompió el silencio haciendo batir un tambor para gozar el momento de gloria del Bayern Múnich

Dos horas después de abastecer el pase del gol que aseguró la sexta Copa de Europa del Bayern, Kimmich emergió del túnel para recorrer el césped cubierto de confeti donde su equipo venció el domingo 1-0 al Paris Saint-Germain.

No pasó demasiado tiempo para que sus compañeros David Alaba, con la medalla de campeón colgada en su pecho descubierto, y Serge Gnabry, bebiendo de una botella, le acompañasen en el círculo central.

Al rato se apagaron las luces del Estadio de La Luz.

En la oscuridad del estadio de Lisboa, los jugadores siguieron celebrando y cavilando lo que acababan de lograr.

“Cuando uno gana un título de esta manera, con hermanos en la cancha, es lo máximo que uno puede pedir”, destacó Kimmich.

En un continente donde más de 200.000 han muerto del coronavirus, la más extensa y truncada temporada del fútbol europeo llegó a su fin en medio de la soledad y un silencio casi que absoluto.

Así fue la primera final de la Liga de Campeones sin público.

Kingsley Coman fue el autor del gol del Bayern ante el PSG, el club en que jugó durante su infancia.

Mientras el Bayern ganaba su primera final desde 2013, el PSG se quedó con el deseo de alzar su primera Orejona, pese a que ha invertido 1.000 millones de dólares en jugadores en nueve años.

Más de 500 millones de dólares fueron destinados para Neymar, Kylian Mbappé y Ángel Di María, pero el PSG lució muy por debajo de su nivel e inofensivo ante el temple de los bávaros.

Al tiempo que el costoso trío de delanteros fue contenido ante el arco, fue un extremo que nació en París e inició su carrera con el PSG quien propinó el golpe.

Coman, de 24 años, le ganó las espaldas a la zaga del PSG al enfilarse al poste opuesto y estaba listo para el pase cruzado de Joshua Kimmich a los 59 minutos.

“Siento mucha felicidad, pero también tristeza por el PSG, dijo Coman, quien se marchó de su primer club en 2014 — con una primera escala en Juventus — tras sentirse subestimado. “Me duele en el corazón un poco”.

Fue el 43er gol del Bayern en una perfecta campaña en la Champions en la que se convirtió en el primer club en ganar todos sus 11 compromisos en el torneo.

El resultado coronó una increíble transformación esta temporada bajo las órdenes de Hansi Flick, quien salió de entre las sombras en noviembre con un ascenso para asumir el cargo de timonel cuando el Bayern ocupaba la cuarta posición en la tabla de la Bundesliga.ADVERTISEMENT

La temporada ahora ha terminado — tres meses más tarde de lo planeado ante la pandemia del coronavirus — con el Bayern completando el triplete tal como lo hizo en 2013.

La copa de la Champions se suma así en la vitrina del Bayern al trofeo de la Bundesliga —ganado por octava temporada sucesiva— y a la Copa de Alemania.

Bayern se une al campeón depuesto Liverpool con seis títulos como campeones de Europa, sólo detrás del Milan (siete) y el Real Madrid (13). Fue la primera final que termina con un marcador de 1-0 desde la victoria del Real Madrid sobre la Juventus en 1998, que además fue la última final entre clubes que clasificaron como campeones de sus respectivas ligas nacionales.

Pero el animado contingente del PSG alrededor del palco de la directiva fue silenciado en un estadio que se hallaba mayormente vacío debido a las restricciones por la pandemia. Y al silbatazo final, Neymar rompió en llanto, en un abrazo con su rival David Alaba, del Bayern.

“Ellos fueron más precisos que nosotros”, reconoció el mediocampista del PSG, el español Ander Herrera. “Cuando enfrentas a otro equipo de élite de Europa, si no anotas ellos lo harán”.

Las superestrellas del PSG fueron dominadas en una final que careció del espectáculo usual de estrellas de la música pop previo al encuentro.

No que la faltaran oportunidades al PSG para irse al frente en una final que estaba programada para llevarse a cabo en Estambul en mayo, en lugar de la capital portuguesa a finales de agosto, cuando las temporadas suelen iniciar en vez de terminar.

Sólo la presencia de la palabra “Estambul” en el balón del partido que Neymar estrelló en el guardameta del Bayern, Manuel Neuer, a los 18 minutos, fue el recordatorio del cambio de sede obligado por el COVID-19.

Quizá la única sorpresa fue que no se dio el 56to gol de la temporada del delantero del Bayern Robert Lewandowski.

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