El proceso avanza más lento de lo que las ansiedades quisieran, pero avanza a paso firme. El Mundial Sub 20 comenzará posiblemente en Argentina, por más que FIFA todavía no haya publicado el esperado boletín oficial confirmando que la sede que era de Indonesia se trasladará a Sudamérica. Primero habrá que cumplir con todos los procedimientos burocráticos que el torneo exige. A mitad de esta semana arribará al país una comitiva del organismo que nuclea al fútbol para llevar a cabo una inspección técnica en cada una de las ocho sedes propuestas.
A esta hora, el Estadio Único Diego Armando Maradona de La Plata será una especie de epicentro de los partidos más importantes si no existe un cambio de planes. Al menos, en la cabeza de las autoridades corre la idea que albergue el encuentro inaugural y la final, algo que ya ocurrió con el estadio de Vélez en el Mundial 2001.
Las comitivas de este estilo que se encargan de verificar cuestiones técnicas de las sedes están lideradas habitualmente por un empleado de FIFA de alto rango y secundado por especialista en cada área para poder analizar al detalle cada aspecto fundamental. Algo está claro acá: un Mundial se organiza normalmente con dos años de anticipación, con un comité local preparado previamente para la situación que repasa periódicamente los aspectos. Acá deberán adelantar pasos y tener en cuenta el contexto de emergencia. Estos funcionarios que llegarán se encargarán de chequear, principalmente, tres aspectos: hotelería, centros de entrenamiento y la infraestructura completa de los estadios.