El futuro de Xabi Alonso sigue en el aire. Tras reaparecer 27 minutos ante el Sevilla después de permanecer 165 días de baja por su pubalgia y un dedo fracturado, el tolosarra afronta ahora dos meses que serán decisivos en el rumbo que tome su carrera profesional a partir del próximo mes de junio. Xabi, que cumplirá 32 años el próximo 25 de noviembre, no quiere ser una carga para el club y por ello no moverá ficha hasta que el Madrid le diga cuáles son sus intenciones con él.
El primer y único deseo actual del centrocampista internacional es renovar con el Madrid. Cree que le quedan dos o tres años más al máximo nivel y su prioridad es que sea en el Bernabéu. No hay que olvidar que Xabi acaba su actual contrato de blanco el 30 de junio, pero no quiere que sea una renovación para la galería. «Ahora es el momento de empezar a hablar con el club de mi futuro, mientras no estuviera bien no me sentía con ganas de hablar. Tengo muy buena comunicación con el club», dijo el futbolista tras su vuelta a los terrenos de juego. Sólo seguirá en el Madrid si nota que el club de verdad considera que deportivamente es necesario para los próximos proyectos deportivos. Si se queda sólo por su veteranía y para ayudar en partidos sueltos como si ya fuese un jugador en decadencia, se irá.
Que el tolosarra se quiere quedar en el Madrid es una evidencia si analizamos que en los últimos seis meses su agente, Iñaki Ibáñez, ha recibido llamadas de Italia para un hipotético futuro en la Juventus y su reacción ha sido «no hay nada que hablar. Me debo al Madrid». Xabi no especulará con ofertas ni quiere hablar con otros clubes para evitar que el Madrid pudiera interpretarlas como medida de presión. El deseo de Xabi es probarse estos dos próximos meses y ver cómo responde de la pubalgia y de la fractura del quinto metatarsiano.
En el Madrid no ha anunciado aún que van a hacer con él. Es sabido que la Juventus quiere a Xabi para suplir a Pirlo y que a Mourinho le encantaría tenerle en el Chelsea. Pero Xabi no hablará con ambos clubes ni con ningún otro hasta que el Madrid se siente a la mesa con él. La afición lo tiene claro. Xabi debe seguir. La atronadora ovación que recibió cuando saltó al terreno de juego ante el Sevilla habló por sí sola.