Considerado uno de los deportes más saludables del mundo, el squash es una de las disciplinas recomendadas para quienes desean no solo adquirir destrezas como potencia muscular, resistencia, flexibilidad y buenos reflejos, sino además, ejercitarse y quemar calorías.
Por ello les compartimos algunas razones por las que deberías intentar el squash, un deporte de raqueta que se juega bajo techo en un espacio delimitado (9,75 metros de largo, 6,40 metros de ancho), y una pared frontal con una altura de 4,57 metros.
ES UN EXCELENTE ENTRENAMIENTO
Aunque hacer el ejercicio que queremos o necesitamos, puede resultar algunas veces una rutina monótona, el squash satisfará tus requerimientos de ejercicio de una manera entretenida, pues es un entrenamiento de alta intensidad que mantiene todo tu cuerpo en movimiento y también tu concentración.
Además, si practicas un ritmo rápido de juego, como lo requiere este deporte, puedes quemar más de 1,000 calorías en una hora de entreno, que es más de lo que se quema en otras actividades como correr. También, por ser un juego rápido, ayuda a incrementar tu velocidad de carrera y de movimientos, mejora tu coordinación, agilidad, reflejos y equilibrio.
BRINDA MÚLTIPLES BENEFICIOS A TU SALUD
En un estudio realizado por la revista Forbes, en el que valoraron 6 aspectos de los deportes: la resistencia cardiovascular, la potencia muscular, la resistencia muscular, la flexibilidad, la cantidad de calorías consumidas en 30 minutos (según la escala del Instituto Americano de Medicina Deportiva) y la probabilidad de sufrir una lesión durante su práctica.
La puntuación máxima que se podía alcanzar era de 28 puntos, y el Squash logró una puntuación de 22.5 puntos, sobresaliendo en resistencia muscular, quema de calorías y resistencia cardiovascular, por lo que se consideró como uno de los deportes más saludables del mundo.
TE AYUDA A COMBATIR EL ESTRÉS
Si la rutina diaria y las tensiones propias de la vida actual están afectando tu salud mental, la práctica de squash puede ayudarte a combatir el estrés y la tensión acumulada.
