El inicio de la duodécima jornada de la Liga de las Estrellas otorgó un espectáculo poco habitual para un viernes por la tarde. El derby catalán, fue el encuentro que abrió la fecha del torneo español. Barcelona ganó 1-0 con tano de Alexis Sánchez. Con todas sus figuras, los «blaugranas» salieron desde el primer minuto en busca del gol tempranero, y a los seis, Kiko Casilla le tapó un remate cruzado a Alexis Sánchez. Era una advertencia de lo que ocurriría en todo el duelo.
El cronómetro de Carlos Velasco transcurría y las aproximaciones del elenco de Gerardo Martino eran cada vez más punzantes. Sin embargo, el esquema propuesto por Javier Aguirre generaba grandes complicaciones para el dueño de casa. La incógnita se instalaba sobre la capacidad física del Espanyol, dado que el desgaste realizado por sus once protagonistas difícilmente podía mantenerse durante todo el partido.
Unos instantes previos al descanso, el equipo «Culé» tuvo tres ocasiones en la misma jugada para abrir el marcador. Con disparos desde el borde del área grande, el primero en intentar fue Andrés Iniesta y Casilla respondió con los puños. En el rebote, Dani Alves volvió a probar y el poste derecho le negó el festejo. Finalmente, Alexis Sánchez culminó la acción con el calibre desviado. El dominio y el peligro lo aportaba el dueño de casa, mientras que el esfuerzo y el sufrimiento correspondían a la visita.
En el complemento la esencia del juego no varió: a los nueve minutos, Dani Alves desbordó a la defensa rival y envió un preciso centro a la cabeza de Lionel Messi. Incomodado por su marca, el rosarino buscó el palo más lejano de Casilla, pero el arquero volvió a demostrar sus capacidades y desvió el testazo del argentino. De a poco, el Barcelona comenzaba a perder la paciencia y sus ideas parecían mutar a un circuito ofensivo más vertical.
En este sentido, Neymar tomó la pelota en el sector izquierdo de la defensa de los «Periquitos» y, tras dejar en el camino a dos hombres, sorprendió con un pelotazo imposible para Casilla. Sólo por la escasa fortuna, el balón se fue a centímetros del lateral de la red. Ya no había argumentos para explicar la igualdad.
Por lo tanto, cuando promediaba el segundo tiempo, el brasileño volvió a tomar la pelota en la misma ubicación y esta vez, en lugar de pegarle directamente al arco, asistió a Alexis Sánchez, quien acomodó el 1 a 0. El grito del chileno le puso justicia al choque, dado que el desarrollo del juego ya se reflejaba en el score.