Defensores de los derechos humanos instaron a los deportistas que participarán en los Juegos Olímpicos de Beijing evitar lanzar críticas a China debido a que se exponen a ser perseguidos.
El Comité Olímpico Internacional asegura que los atletas podrán expresarse con libertad durante las justas invernales el próximo mes cuando les toque comparecer ante la prensa o al publicar algo en las redes sociales. Sin embargo, la Carta Olímpica que prohibe manifestaciones políticas en las ceremonias de entrega de medallas también abre la puerta para la aplicación de la legislación local.
El COI aún no se ha pronunciado públicamente sobre cómo los atletas que se pronuncien serán protegidos, advirtieron los activistas durante una sesión informativa organizada por Human Rights Watch.
“El silencio es ser cómplice y por eso estamos preocupados”, dijo Rob Koehler, el director general de Global Athlete. “Sabemos del historial de derechos humanos y las restricciones de la libertad de expresión en China, así que no hay mucha protección”.
El COI no ha respondido a las consultas recientes para que aclare cómo la legislación china podría aplicarse en los Juegos de Beijing, que serán inaugurados el 4 de febrero.
“Las leyes chinas son muy confusas en cuantos a los delitos que puedan usarse para enjuiciar a alguien por expresarse libremente”, dijo Yaqiu Wang, investigadora de Human Rights Watch al citar posibles transgresiones por provocación de disturbios o incitar subversión.
El trato de China a los uigures, una minoría musulmana, además de sus políticas sobre Tíbet, Hong Kong y Taiwán han recibido más atención en la antesala de los Juegos.
China también recibió críticas por el caso de Peng Shuai, la tenista que prácticamente desapareció de la vista pública. Peng escribió en una red social que fue víctima de agresión sexual por parte de un ex alto cargo del gobernante Partido Comunista.
Noah Hoffman, un esquiador de pista traviesa que compitió en las últimas dos ediciones de los Juegos de Invierno, dijo que el equipo de Estados Unidos ha adoptado la estrategia de evitar que sus atletas tengan que responder a preguntas incómodas.
“Eso me enoja y me da miedo por su seguridad cuando se encuentran en China”, dijo Hoffman. “Podrán hablar al volver a casa”.
Los activistas mencionaron los casos de Peng, el luchador Navid Afkari, quien fue ejecutado en Irán en 2020, y el trato sufrido por los atletas de parte del gobierno autoritario de Bielorrusia como ejemplos de donde el COI pudo haber hecho más para proteger a los deportistas.
Ante los temores sobre la privacidad de datos y espionaje en China, algunas delegaciones europeas han recomendado a sus deportistas que no lleven sus telefónos y computadoras personales a Beijing.
“Toda persona cuerda que escucha este tipo de cosas debería estar alarmada”, dijo Koehler.