Surgido del proceso de masificación deportiva de la Asociación Nacional de Ráquetbol, el atleta juvenil Yordi Navarijo Castellanos dio de que hablar en el reciente XXXVI Campeonato Panamericano celebrado en Guatemala, en el cual se adjudicó dos medallas de bronce.
En su último año en la categoría sub16, Navarijo anhela consolidarse como un jugador de la selección para aportar triunfos para Guatemala en competencias de clase mundial.
Yordi comenzó en el ráquetbol a los 7 años, gracias a una invitación de su profesor de educación física para entrenar en el Club La Villa.
Con empeño y disciplina, Yordi ha empezado a escribir su nombre entre los juveniles más destacados de este deporte y sus tres medallas en Campeonatos Panamericanos así lo validan.
En esta charla con CDAG, Yordi habla de su entrega al deporte, sus cualidades como jugador, el apoyo que recibe de la Asociación y de sus ejemplos a seguir.
Su pasión por la raqueta
Sin saber nada del ráquetbol y estudiando en la Escuela Normal para Varones, el profesor de educación física de Yordi los invitó a entrenar este deporte en el Club La Villa y así tuvo su primer acercamiento.
“Me gustó la sensación de adrenalina de estar en la cancha”, recuerda el jugador de 17 años.
En un inicio Yordi admite que no había muchos jugadores y que no imaginó que el ráquetbol podía ser un deporte competitivo.
“Poco a poco fui desarrollando mis cualidades como jugador, aunque el año pasado tuve dificultades económicas y pensé dejar de jugar”, reconoce.
Pero Yordi recibió el apoyo de la Asociación, que además de otorgarle implementos deportivos y preparación técnica, lo incentivó con el pago de sus estudios.
Su camino en el alto rendimiento
Yordi cuenta que combina sus estudios en línea para poder dedicarse la mayor parte del tiempo a la práctica del ráquetbol.
“Además de los entrenos en la cancha, me enfoco mucho en sesiones en el gimnasio, donde hago muchos estiramientos para tener mucha flexibilidad en los juegos”, explica Yordi.
Y añade que para sobresalir en el ráquetbol también es importante la movilidad, la fuerza y la resistencia.
En su corta trayectoria Yordi ha tenido posibilidad de enfrentarse a los mejores exponentes del continente y del mundo, y se refiere a los jugadores que más admira.
“Aspiro a llegar al nivel de mi compañero Edwin Galicia. Además, tengo como referentes a Rodrigo Montoya de México y a Conrado Moscoso de Bolivia. Admiro que dejan todo en la cancha y su mentalidad ganadora”, asegura.
Yordi revela que uno de los aspectos más importantes que lo ha potenciado como jugador, es el trabajo psicológico.
“En ocasiones me frustro mucho cuando las cosas no salen bien, con tiros, servicios, y la mentalidad se viene abajo. Pero las sesiones con la psicóloga me han ayudado a controlar mis emociones. Con ejercicios de respiración y música”, afirma.
Por otro lado, Yordi habla del ambiente que se vive como jugador de la Asociación Nacional: “Es muy alegre venir a entrenar, hay mucho compañerismo entre todos”, se sincera.
Logros y metas
En 2023, Yordi dio muestras de su potencial al conseguir tres platas en el Costa Rica Open (categoría sub14).
Para Yordi, la clave de sus triunfos está en “no darme por vencido y mantenerme concentrado en cada juego”.
El año pasado obtuvo su primer podio a nivel continental, al ganar medalla de plata en el evento individual de la categoría Sub-16 del Campeonato Panamericano celebrado en Guatemala.
Y en el Panamericano realizado en abril pasado, Yordi se apuntó dos bronces, uno en dobles mixtos categoría sub-21 y el otro individual en sub-16.
“Son logros importantes para mi carrera y quiero seguir esforzándome para llegar a las medallas de oro, que es lo que me hace falta”, aseguró.
“Mi mamá me vino a ver y a pesar de los nervios, me fui feliz de que me vio subir al podio”, admitió.
Yordi, quien entrena bajo las órdenes de los técnicos Ernesto Ochoa y Juan Salvatierra, habló también de sus máximos objetivos en el ráquetbol.
“El máximo sueño es ganar en un Campeonato Mundial. Este año tengo posibilidad de jugarlo y mi objetivo claro es subir al podio. Además, quisiera ser un jugador reconocido y llegar a clasificar a los World Games”, afirmó.
Por último, Yordi se expresa sobre las lecciones que le ha dejado el deporte: “tanto en la vida como en el ráquetbol no hay que darse por vencido, aún en los peores momentos. Y he aprendido a ser respetuoso con todos”, sentencia.
