Xavi Hernández ya tiene su primer título como entrenador del Barcelona. No ha sido un camino fácil. Recibió un equipo maltrecho por la herencia de las últimas temporadas y con la moral por los suelos después de los primeros meses de Koeman en su segunda campaña en el banquillo. Xavi llegaba como salvador y después de un clamor general de la afición que lo había elegido como el técnico perfecto para la reconstrucción.
Seis títulos que se fueron
En este año largo que lleva en el banquillo culé, los sinsabores han sido múltiples. Cayó en Champions a las primeras jornadas, pero su responsabilidad en esto fue mínima porque cuando le entregaron el testigo el equipo estaba prácticamente eliminado. Luego empezaron a perderse títulos, alguno de forma inesperada. Primero fue precisamente la Supercopa y también ante el Madrid. Fue en la semifinal y en un partido que el Barcelona celebró porque había podido competir con los blancos.
Copa y Europa League
La caída poco después en Copa del Rey ante el Athletic fue más dolorosa. El equipo sabía que la Copa era una clara opción de título porque la Liga era inalcanzable. El club no permitió que Xavi alineara a Dembélé y el equipo lo pagó. Dolorosa también fue la eliminación en Europa League porque se produjo por una derrota en casa ante el Eintracht de Frankfurt en un Camp Nou repleto de aficionados alemanes.
Otro problema en Champions
Esta temporada tampoco ha sido sencilla. El equipo comenzó muy bien y elevó las expectativas al máximo con el equipo liderando en Liga. Pero la Champions volvió a poner al equipo en su sitio dejando claro que todavía existe un largo camino por recorrer para estar a la altura de los mejores. La eliminación abrió la caja de los truenos y las primeras críticas a Xavi comenzaron a llegar.