Con 15 años y sin el permiso de sus papás, Walter Ariel Duarte Vásquez dejó su natal Puerto Barrios, Izabal, para formar parte de la Federación Nacional de Boxeo, en una decisión que le dio un giro a su vida y le abrió muchas oportunidades.
Hoy en la madurez de su carrera deportiva, Walter, es uno de los mejores exponentes nacionales que en el año de los Juegos Centroamericanos a celebrarse en Guatemala, anhela revalidar el oro ganado en Managua en 2017.
Walter, mejor conocido como “bazuca” por la potencia de su brazo izquierdo y quien compite en la categoría -71kg, conversó con CDAG sobre su desempeño en el alto rendimiento, sus metas del año, las dificultades que ha sorteado en su trayectoria y sus motivaciones.
Dentro de sus logros, Walter ha destacado por sus tres apariciones en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, Barranquilla 2018 y San Salvador 2023.
En 2025 cumplirá su primer Campeonato Mundial, en la edición que se realizará en mayo y anhela seguir su carrera como pugilista profesional.
Una decisión para toda la vida
Walter, el menor de ocho hermanos, estudiaba en la primaria cuando un entrenador lo invitó a entrenar boxeo en la Casa del Deportista en Puerto Barrios.
“Al principio no conocía el deporte y como estudiaba y trabajaba como albañil al mismo tiempo, yo iba de noche a los entrenos”, recuerda Walter.
Luego el entrenador porteño Juan José Ramírez, con quien se inició, lo reclutó a tiempo completo y en 2010 debutó en torneos regionales.
“Enfrenté varias veces a Léster Martínez, sin saber que luego se convertiría en profesional”, rememora el pugilista.
Prueba de su talento, Walter logró títulos nacionales a nivel juvenil en 2011 y 2012 y gracias a sus méritos le ofrecieron becarlo en la sede de la Federación en la ciudad capital.
“Como era menor de edad necesitaba del consentimiento de mis padres para poder firmar, pero ellos no me quería dejar ir”, admite.
Al enterarse de los beneficios de ser becado por la Federación, que incluía alojamiento, alimentación, implementos deportivos, etc., Walter decidió aventurarse sin el permiso de su familia.
“Al ver que empecé a tener buenos resultados, mis papás finalmente aceptaron”, cuenta Walter.
Una carrera construida con perseverancia
Walter reconoce que a lo largo de su trayectoria ha vivido muchos altibajos, como cuando se retiró por cuatro meses debido a dificultades dentro y fuera del deporte.
“Pasé decepciones, dejé de entrenar y solo me mantenía en la calle”, confiesa.
Pero con el apoyo de sus papás y el de sus entrenadores, Walter retomó de nuevo y pronto fue reconocido como el mejor boxeador del país.
“Mi objetivo es luchar por mi familia. Aunque la vida es dura, pero sigo luchando por ellos y siempre me animan diciendo que tengo talento y debo aprovecharlo”, expresa Walter, quien, aunque vive sin su familia en la capital, los tiene como su principal fuente de inspiración.
Uno de los episodios más difíciles llegó hace dos años durante los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, cuando tuvo un desmayo repentino que lo privó de la contienda por la medalla de bronce.
“Hasta pensé en el retiro, pero de nuevo tuve el respaldo de mi familia y de las instituciones como la Federación, la CDAG y el COG”, afirmó.
Walter también es consciente de que, si los resultados positivos llegan, tendrá el incentivo de los premios económicos.
“Así que este año espero primero clasificar a los Juegos Centroamericanos, en la eliminatoria nacional que habrá en marzo. Y luego ir con todo a defender mi medalla de oro”, manifiesta.
La exigencia del deporte y sus ídolos
Walter combina su carrera amateur con el profesionalismo, circuito en el que se mantiene invicto luego de tres peleas, dos ganadas por nocauts y una por decisión.
“Mi rutina incluye sparring dos veces por semana, entrenamiento de fondo con carrera de 6 a 8 kilómetros, también en la pista con velocidad y los sábados de 12 km. También entreno de sombra, guanteo, práctica con el costal, cuerda y fuerza en el CENAD”, detalla Walter, que además asegura que lleva una alimentación baja en grasa y muy balanceada.
Dentro de las figuras del deporte mundial que le asombran, Walter menciona al legendario Mike Tyson y al filipino Manny Pacquiao.
Y no se olvida de sus compañeros de delegación en eventos del ciclo olímpico, representando a Guatemala: “Admiro mucho a Kevin Cordón, un atleta humilde y talento. También he hecho amistades con atletas como José Ramos y Jorge Vega, con quienes compartimos buenos momentos”, finaliza.
