El tercer triunfo consecutivo al máximo de cinco sets en Flushing Meadows dejó a Alcaraz a las puertas de su primera corona de Grand Slam y de erigirse como número uno del mundo.
“De verdad, que no le tengo miedo a ese momento”, dijo Alcaraz en una rueda de prensa al filo de las 2 de la madrugada. “Me he preparado física y mentalmente y de todo, para poder vivir este momento y estar peleando por grandes cosas”.
Su adversario en la final del domingo será el noruego Casper Ruud. El ganador del duelo se convertirá en el nuevo número uno del ranking a partir del lunes.