A la primera no fue la vencida. Aunque Nápoles se había vestido de gala, había llenado las calles y el estadio Diego Armando Maradona, la Salernitana le amargó una de las mejores tardes de sus vidas. Empató el equipo de Luciano Spalletti cuando pensaba que ya lo tenía tanto él, como toda su afición (1-1).
Es cuestión de tiempo que llegue la consecución del Scudetto para un Nápoles intachable, pero hubiera sido ideal hacerlo en casa ante una afición desbordada, emocionada y exaltada. Si ya el amor de la ciudad por su equipo es algo diferente en el día a día, con una Serie A bajo del brazo la vivencia de todos los presentes hubiera sido algo difícil de olvidar. Y es que aunque el equipo es campeón virtual, porque lo separan 18 puntos y solo quedan 18 por disputarse, el tener el average empatado con la Lazio en duelo individual deja todo a expensas de lo general, y por eso aun no es campeón. Tendrá la oportunidad el jueves en Udine.