Roger Federer se inclinó hacia atrás en el sofá, totalmente relajado. Acaba de bañarse y cambiar de ropa tras un entrenamiento el miércoles en la arena que será el escenario del último partido de su carrera, y se entusiasmó al hablar sobre el tener que tomar una raqueta y entrar en calor para jugar tenis.
“Ponerse a pelotear en la cancha es divertido: la iluminación es bonita, todo es bonito. Te das cuenta cómo empiezas a entrar en ritmo”, dijo en una entrevista con The Associated Press tras una rueda de prensa. “Mientras que cuando juegas en casa, como si fuera en un pabellón normal de tenis, la iluminación no es tan buena, hay mucha publicidad alrededor tuyo, y no entras en ritmo”.
¿Sería bueno cancelar el retirarse?
“No”, respondiendo sonriente. «No. No no.»
Federer es reconocido por su tenis exquisito, su longevidad, sus 20 títulos de Grand Slam y ocasionales lágrimas en sus momentos más motivos tras los partidos, ya sea una victoria o derrota.
No se palpó ningún atisbo de tristeza el miércoles. Fueron solo sonrisas — y algunas muecas a sus propios chistes — cuando Federer compareció para hablar sobre su retiro del tenis profesional con 41 años de edad tras una serie de operaciones en la rodilla. Culminará su carrera con un duelo de dobles en la Copa Laver el viernes — quizás junto a su eterno rival Rafael Nadal.
Federer dice que ahora está en paz con su decisión de retirarse, apenas unas semanas después de que Serena Williams disputó en el Abierto de Estados Unidos el que prevé sea su último partido. Desea que su despedida sea un festejo.
“No quiero que sea un funeral”, dijo Federer. “Quiero que sea algo con alegría, que sea conmovedor y con ambiente de fiesta”.
Con un blazer azul con las mangas arremangadas hasta los codos y una camisa polo blanca, Federer respondió a las preguntas durante aproximadamente media hora.
“Estoy feliz, porque sé que es la decisión correcta”, dijo Federer. “Estoy nervioso porque llevo tanto tiempo sin jugar. Espero que pueda ser un poco competitivo”.
Federer, quien anunció mediante sus redes sociales el retiro tras la Copa Laver, dijo que le tomó algo de tiempo similar la idea de alejarse de los torneos.
Pero era algo que entendió que necesitaba hacer tras una recaída en julio durante su rehabilitación de la que fue su tercera cirugía en su rodilla derecha en aproximadamente un año y medio.
“Se me hizo más difícil alcanzar otro nivel en el entrentamiento. Te das cuentas que era más difícil… Estaba cada vez más cansado, había que esforzarse más para tener porque la convicción de que podría hacerlo. Empiezas a sentirte más pesimista. Luego recibí una ecografía, y no mostré lo que yo quería”, explicó Federer.
“Llega el momento en que te sientas y reflexionas: ‘Estás en una encrucijada y tienes que tomar un rumbo. ¿Hacia dónde ir? No estaba dispuesto a tomar la dirección de arriesgarlo todo. No estaba preparado para eso. Siempre había dicho que ese no era mi objetivo”, añadió.
Y el momento más difícil fue cuando entendió que debía parar.
“Te pones triste”, dijo Federer. “Es el momento preciso en el que entiende que ha llegado al punto final”.
La última cirugía en la rodilla fue poco después de perder ante Hubert Hurkacz en los cuartos de final de Wimbledon en julio de 2021, partido que irá a los registros como el último duelo de sencillos de una carrera superlativa que empezó en la década de 1990 y que agregó 103 títulos de torneos, un campeonato de la Copa Davis con Suiza, preseas olímpicas y cientos de semanas como número 1 del ranking.
Jugará dobles para el equipo de Europa contra el equipo del Resto del Mundo en el primer día del torneo, paso a Matteo Berrettini, el subcampeón de Wimbledon en 2021, para los duelos de sencillos el fin de semana. Ese plan fue esbozado por la ATP y los capitanes de ambos equipos, John McEnroe y Bjorn Borg, dijo Federer.
“Crecí viéndole jugar, alentando para que ganara, buscando aprender de él”, dijo el italiano Berrettini. “Su carisma, su clase será echada de menos — todo lo que aportó al tenis dentro y fuera de la pista”.
¿Y el socio de Federer en dobles? Federer no adelantó nada, diciendo que esa es una decisión que correspondió a Borg. Pero es un secreto a voces que será Nadal, el hombre dueño del récord de 22 cetros de Grand Slam.