La CONMEBOL Libertadores vivió uno de sus capítulos más tristes de su historia, que tuvo el protagonismo de los equipos América de Cali y Atlético Mineiro.
La Confederación decidió que pese a la crisis política y social que vive Colombia, se jugase el duelo correspondiente a la jornada 4 de la CONMEBOL Libertadores entre el América de Cali colombiano y el Atlético Mineiro brasileño.
Mientras el juego se disputada, en los alrededores del Estadio Olímpico Romelio Martínez en Barranquilla -sede que utilizó el América de Cali- un grupo de ciudadanos se enfrentaba a la policía. Consecuencia de ello, algunas bombas lacrimógenas alcanzaron llegar hasta el interior del escenario deportivo y afectó a los futbolistas de ambos clubes.
Los jugadores del Cali pidieron al árbitro uruguayo Andrés Cunha postergar el juego, pero la decisión del colegiado fue negativa y el juego continúo pese a que en varias oportunidades se vio interrumpido. En total, fueron nueve los minutos que el partido se detuvo.
Las imágenes del juego le han dado la vuelta al mundo por la actitud que tomaron los futbolistas que representaban a Colombia y que no querían seguir jugando. Tocaron el esférico en varias oportunidades y no buscaron el ataque.
Al final, el Atlético Mineiro ganó 1-3, con goles de Hulk (21’), Guilherme Arana (54’) y Eduardo Vargas (90+7’) y se clasificó de forma anticipada a los octavos de final, donde ya está también el cuadro brasileño Palmeiras.
Hasta el momento, no hay comunicación oficial de la CONMEBOL por lo acontecido anoche en Colombia.
FOTO: Reuters