Barcelona perdió este jueves ante el Levante en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey y padeció el poner un plantel alternativo y haberle dado minutos a varios futbolistas que no suelen ser tenidos en cuenta para los partidos importantes. A pesar de la derrota, el resultado no es del todo negativo para un equipo que aún debe jugar la revancha en el Camp Nou y lo hará, seguramente, con todas sus figuras.
El local se puso en ventaja rápidamente gracias a un cabezazo del uruguayo Erick Cabaco antes de los cinco minutos que expuso las falencias de una defensa catalana cuya dupla central fue Murillo-Chumi.
La ampliación del marcador llegó a los 18 minutos cuando Mayoral corrió sin pelota de izquierda al centro, recibió el balón filtrado entre los zagueros y definió cruzado de derecha. El ex Real Madrid hizo estallar al estadio y encendió las alarmas de un equipo visitante que no mostraba reacción y parecía destinado a sufrir una goleada.
Sin embargo, Coutinho y Demebelé se despertaron y comenzaron a generar situaciones claras en el arco contrario. En los últimos 20 minutos del segundo tiempo,el arquero del levante Fernández fue la figura y tapó todo lo que le tiraron.
Tras el descanso, ingresó Sergi Roberto como lateral izquierdo por el joven Miranda con el objetivo de que el equipo mostrara la consistencia que le había faltado en la primera mitad. Pero poco cambió la tónica el encuentro, pues el repliegue de los jugadores locales dificultó mucho el fútbol ofensivo del Barcelona, que manejaba el balón hasta el borde del área local, pero sin apenas profundidad.
A medida que se acercaba el final del encuentro, el Barcelona tenía más posesión de balón, pero el Levante gozaba de espacios para hacer daño al contragolpe. Hasta que una buena acción de Denis Suárez acabó con una infracción dentro del área que Coutinho cambió por gol para cerrar el 2-1 en el marcador.