Argentina ha derrotado este domingo a Francia en los penaltis en la final del Mundial de Qatar y ha logrado su tercera Copa del Mundo 36 años después en un partido de infarto.
Los fallos de Coman y Tchouameni en la tanda han condenado a los europeos ante la Albiceleste, cuyos primeros cuatro lanzadores —Messi, Dybala, Paredes y Montiel— acertaron ante Lloris. El encuentro se decidió en las penas máximas después de que Messi volviera a adelantar a la selección argentina en el minuto 109 de la prórroga y Mbappé igualara de nuevo el encuentro con un tanto de penalti en el 118. El delantero francés, precisamente, había forzado antes el tiempo extra tras igualar los goles del rosarino y de Di María con un tanto en el minuto 80 de penalti y otro dos minutos después con una volea excelente.
Hasta entonces, los argentinos estaban pasando por encima de los franceses, que ni siquiera habían tirado a la portería de Emiliano Martínez. En la primera mitad, Dembélé derribó a Di María dentro del área con un contacto ligerísimo. El árbitro pitó penalti —el quinto a favor de la Albiceleste en siete partidos—, y Messi lo convirtió para adelantar al combinado del país sudamericano en el minuto 23.
Poco después, un robo de Argentina en su propio campo propició un contraataque formidable trenzado por Nahuel, Messi, Julián Álvarez y Mac Allister que terminó en un gol de Di María, que batió a Lloris al primer toque. La primera parte de Francia fue tan floja que su seleccionador, Didier Deschamps, hizo dos cambios antes del descanso: quitó del campo a Giroud y Dembélé y metió a Thuram y Kolo Muani. Con la victoria, Messi iguala a Maradona —quien ganó en el 86 y perdió la final del 90— con un Mundial en dos finales tras perder la de 2014 ante Alemania, y logra el título que le faltaba con su selección.