Un golpe de suerte era lo que necesitaba Lautaro Martínez para recuperar la fe.
El delantero había perdido la titularidad en Argentina tras los dos primeros partidos de la fase de grupos, pero el pasado viernes ejecutó el penal decisivo para el triunfo 4-3 ante Holanda en la tanda de penales y ahora podría jugar la semifinal ante Croacia el próximo martes en el estadio Lusail.
“Desde que salí de mitad de cancha hasta agarrar la pelota estaba tranquilo, muy tranquilo. Sabía que ese penal tenía mucha responsabilidad”, dijo el delantero del Inter de Milán tras el triunfo. “En estos momentos en que la pelota no quiere entrar sirvió para la clasificación”.
Martínez, de 25 años, era indiscutido titular para el técnico Lionel Scaloni antes de la Copa del Mundo. Segundo artillero del ciclo, detrás del astro Lionel Messi, con 21 goles, el “Toro” fue clave en la obtención de la Copa América en 2021, con el que la Albiceleste cortó una racha de 28 años sin títulos.
Pero en Qatar las cosas no resultaron como esperaba. La nueva tecnología para sancionar la posición adelantada en el certamen lo privó de un par de goles que antes se hubieran dado como válidos, justo en la derrota 2-1 ante Arabia Saudí en el debut.
Con la autoestima dañada, Martínez no tuvo incidencia ofensiva y fue sustituido en la victoria 2-0 ante México. Al partido siguiente ante Polonia, Scaloni lo sacó del equipo y apostó por el joven Julián Álvarez, que lleva dos goles en la Copa del Mundo.
Días atrás, el agente de Martínez reveló que el jugador arrastra una lesión en el tobillo derecho y que jugó infiltrado en el inicio del Mundial.
Martínez reemplazó a Álvarez en el segundo tiempo justo antes de que Holanda anotara el 2-2 que forzó al tiempo extra. En este período, el delantero argentino tuvo un par de ocasiones claras, pero no pudo vulnerar al arquero neerlandés Andries Noppert.
No eran buenas las señales cuando le tocó lanzar el último penal de la serie. Martínez le sacó la pelota de las manos a Noppert y lo empujó antes apoyar el balón en punto de ejecución. El argentino se paró de frente, miró fijo el arco y clavó el derechazo pegado a uno de los palos.
“Sufrí un poco por lo que se dice, por lo que se habla”, reconoció. “Pero trato siempre de trabajar con la cabeza gacha, hacer oídos sordos porque lo que me trajo hasta acá siempre fue el esfuerzo, fueron los goles, las ganas que uno tiene de vestir esta camiseta”.
Salir vencedor de tamaña responsabilidad aumentan las acciones de Martínez para jugar la semifinal ante Croacia, vigente subcampeón, el martes en el estadio Lusail.
“Buscaremos hacerlo en los 90 minutos, así el equipo está más tranquilo”, prometió.