Si durante o después de realizar alguna actividad física has sentido dolor y contracción muscular en alguna zona del cuerpo, sin duda has sido víctima de una elongación, una de las lesiones leves más habituales entre atletas amateur y en menor medida en atletas de alto rendimiento.
Esta patología no es más que un estiramiento excesivo del músculo, el cual no requiere más de 10 días para su recuperación. En algún caso se puede presentar una pequeña rotura de fibras musculares.
Esto no representará un problema a menos que la cantidad de fibras afectadas sea mayor, de ser así, dejaría de ser una elongación y pasaría a convertirse en una distensión de ligamento o bien un desgarro, es decir una lesión grave.
SÍNTOMAS Y CAUSAS
Una de las características de la elongación muscular, es el dolor en el lugar afectado, que aumenta al ser palpado contrayendo el músculo, y quizá, rigidez e hinchazón. La dificultad de movimiento y la intensidad del dolor dependerán de cuán grande sea el área dañada.
Forzar el músculo con movimientos bruscos durante mucho tiempo, un calentamiento inadecuado, deshidratación, mala ejecución de una técnica o un movimiento brusco, pueden ser algunas de las causantes.
TRATAR Y PREVENIR
Si se presentan estos síntomas, es importante detener la actividad física entre una o dos semanas, enfriar y comprimir el área adolorida con hielo cerca de 30 minutos, además de tomar antiinflamatorios. Con la disminución de dolor, se puede retomar la actividad de forma moderada.
Prevenir es mejor que lamentar, así que realizar un correcto calentamiento de los músculos antes y después de realizar ejercicio, tener una correcta hidratación, manejar una técnica correcta de movimiento y evitar forzar el cuerpo cuando la sensación de cansancio aparezca.
Como siempre, la revisión de un especialista será vital para determinar el grado del daño provocado y el tipo de lesión y tratamiento correcto que se realice.