Suecia completa el podio del Mundial de Francia 2019 después de vencer en el partido de consolación a Inglaterra por 2-1 en un choque disputado en Niza. Se trata de la cuarta vez que Suecia se sube al podio de un Mundial en ocho ediciones disputadas tras el segundo puesto en 2003 y los terceros puestos de 1991, 2011 y 2018.
Kosovare Asllani había sido duda hasta última hora tras salir en camilla del duelo de semifinales ante Países Bajos. No sólo fue finalmente de la partida, sino que estrenó el marcador a los 11 minutos después de recoger un mal rechace de Steph Houghton dentro del área y mandando el cuero al fondo de la jaula con un gran derechazo. Sofía Jakobsson pudo ampliar la renta sueca poco después tras aprovechar un pase a la espalda de Alex Greenwood y pegarle fuerte abajo, golpeando el balón en el palo, posteriormente en el cuerpo de Carly Telford y acabando saliendo por línea de fondo. Sí lo logró la delantera del Montpellier en el ecuador del primer acto tras un disparo con parábola entrando con libertad desde el costado izquierdo.
Fue un toque de atención para una Inglaterra que despejó las dudas en defensa metiendo una marcha de más en ataque. En apenas tres minutos pudo lograr la igualada, pero el VAR lo impidió. Recortó distancias antes del descanso con una gran jugada de Fran Kirby, que llegó por banda derecha, quebró a su marca en su llegada al área y definió con disparo cruzado pegado al palo. A continuación Ellen White anotó tras controlar de espaldas -según el videarbitraje ayudada con la mano- , se fue de Linda Sembrant y definió por bajo al fondo de las mallas. La trencilla, tras ver la repetición, decidió anular el tanto que había concedido en un primer momento.
Las lesiones lastraron el desarrollo del partido de Suecia, teniendo que cambiar a Fridolina Rolfö, Kosovare Asslani y Nathalie Björn. Inglaterra tomó el domino del choque en el segundo acto y cerco el área del cuadro nórdico. Sin embargo, Suecia supo mostrar su mejor versión defensiva y administró la renta hasta el último minuto. Y es que en el minuto 90 Nilla Fischer sacó con un cabezazo en línea de gol un disparo a bocajarro de Lucy Bronze. El choque se consumió con cuatro minutos de descuento con la alegría de una Suecia que ha vuelto a verse entre los grandes del panorama internacional y las lágrimas de una Inglaterra que será anfitriona en la próxima Eurocopa.