El Organismo Disciplinario de la Liga giró una audiencia para que Suchitepéquez presentara las pruebas de descargo en relación a los incidentes reportados por el árbitro central del juego entre los venados y Municipal, Mario Ramírez.
La dirigencia sureña espera que el castigo sea rebajado o eliminado (tres juegos de suspensión y 90 mil quetzales de multa). El árbitro denunció en su acta amenazas e intimidaciones con arma de fuego al medio tiempo.
Los venados ya cumplieron uno de los tres juegos impuestos originalmente.