La derrota del Barça deja varios tocados que podrían salir durante el mercado invernal. El primer Clásico de la temporada ha dejado muy tocado al F.C. Barcelona al perder en el Camp Nou ante el eterno rival. Los de Ronald Koeman siguen sin encontrar soluciones a los problemas que son latentes desde el primer día, a pesar de la arriesgada apuesta del técnico holandés con dos novedades importantes en su once.
La victoria de Real Madrid deja los primeros señalados de esta nueva etapa en Can Barça, que tienen desde este inicio de campaña muchas papeletas para abandonar la ciudad condal incluso durante el mercado invernal. Los refuerzos que tanto pidió Koeman no han llegado, además de verse obligado a contar con algunos de sus descartes que se han terminado quedando.
Los dos primeros señalados son Antoine Griezmann y Ousmane Dembele ambos partiendo desde el banquillo en el encuentro de ayer. Los dos franceses han coqueteado en repetidas ocasiones con hacer las maletas desde que visten de azulgrana, algo que podría ser definitivo dentro de unos meses tras las decisiones de Ronald Koeman. Ninguno de los dos parece muy por la labor de encajar en el esquema que propone el holandés, a lo que se suma que los jóvenes vienen pisando fuerte dejando a ambos con menos minutos. En el Camp Nou comienzan a colgarlos el cartel de transferibles en busca de un destino que pueda pagar una suma importante, teniendo en cuenta que ambos le costaron al Barça más de 100 kilos cada uno.
El representante de Antoine Griezmann ya se posicionaba respecto a este debate hace unos días confirmando que el atacante galo seguirá en el F.C. Barcelona tras el mercado invernal cerrando cualquier puerta respecto a un posible traspaso. La mala relación de Griezmann con Ronald Koeman sumado a una continua presencia en el banquillo podrían hacerle cambiar de opinión en un futuro no tal lejano; a pesar de que será difícil encontrar un destino que convenza al futbolista y cumpla las expectativas económicas del club. El Paris Saint Germain parece haberse borrado de la puja, con el Manchester United dubitativo como única solución posible.
El caso de Ousmane Dembelé es diferente al de su compatriota, teniendo en cuenta que el propio jugador ha dado el visto bueno a su salida del Barça. Hace unas semanas estuvo muy cerca de hacer las maletas durante el último día de mercado, a pesar de que al final terminó torciéndose la operación. A sus 23 años no puede permitirse otro año en blanco, sumando sus deseos de participar en la Eurocopa de este próximo verano con Francia. Desde el Camp Nou le ofrecen por Europa en busca de un posible destino, con la opción de la cesión como solución más probable para el segundo tramo de la temporada. Los dos primeros descartes de Ronald Koeman están más que claros, mientras el club busca deshacerse de ellos en el mes de enero.