El deporte y el amor a lo largo del tiempo nos ha regalado historias que quedarán grabadas para la posteridad. Esta historia es sobre la guatemalteca María Renée Rodríguez y el estadounidense Jerry Josey, quienes, gracias al ráquetbol, lograron encontrar el verdadero sentido de la vida.
Curiosamente el amor de ambos por el ráquetbol se remonta a sus padres, quienes en su momento les indujeron a este deporte, sin saber que años después encontrarían su media naranja.
Ya son siete años de relación, en los que el deporte ha sido un pilar fundamental que trasciende las fronteras guatemaltecas.
El amor en raqueta
María Renée es de las máximas exponentes del ráquetbol nacional, ya que junto a su compañera Gaby Martínez son las únicas medallistas panamericanas en ráquetbol para Guatemala, consiguiendo la plata en Lima 2019 y el oro en Santiago de Chile 2023.
Fuera de los eventos de ciclo olímpico, Rodríguez participa de forma habitual en eventos del Circuito Profesional de Mujeres, en los cuales se mide ante las mejores raquetas del mundo. Sin saberlo, en uno de los tantos torneos que ya eran habituales para María, ganaría el mayor trofeo que pudo anhelar.
Nos conocimos en un torneo del Circuito Profesional de Mujeres, me invitó a salir en 2017 y no pude decir que no, fue una conexión a primera vista. Lo invité a pasar el fin de año en Guatemala, donde vivimos un momento mágico, el resto es historia…
Al tener el ráquetbol como gusto común, rápidamente la relación comenzó a crecer sin parar. Luego de años de relación a distancia, tomaron la mejor decisión de su vida: caminar hacia al altar. El 2020 marcó oficialmente el inicio de un matrimonio que no ha hecho otra cosa más que seguir anotando puntos.
Después de salir a distancia por tres años, tomamos la decisión de casarnos y mudarme a Carolina del Sur, donde le apoyo a organizar torneos de ráquetbol y pickleball en todo el Estado.
Deporte, el pilar de la relación
Al tener presente el ráquetbol desde temprana edad gracias a sus padres, el matrimonio de María arraiga mucho todas sus actividades a esta gran herencia.
El deporte representa familia, el saber que nuestros padres nos lo enseñaron hace que cada fin de semana vayamos a jugar ya sea ráquetbol u otro deporte. Jerry me ha enseñado la otra cara del deporte, gracias a él he podido comprender el proceso organizacional que cada torneo implica e incluso me animé a dar clases de ráquet a los más pequeños.
Por lo anterior, María cuenta que ha tenido suerte, ya que su principal pilar en el deporte ha sido J, como ella le llama, dado a que Jerry es el encargado de realizar la transmisión en vivo del Ladies Professional Racquetball Tour, haciendo que prácticamente en cada torneo puedan estar juntos.
No importa si tuve un buen o mal día, el saber que él está ahí conmigo me da seguridad y tranquilidad.
De esta manera, siendo conocedores del gusto en común que ambos tenían, cada día esta pareja se va enseñando cosas mutuamente, haciendo que su amor crezca cada vez más.
