Algo pasa con Ousmane Demebélé. El que fuera en su momento el fichaje más caro de la historia del Barça (105 millones más variables) volvió a quedarse sin jugar un minuto con el Barcelona por segundo día consecutivo. El francés no jugó el pasado sábado ante el Eibar y el martes en Stamford Bridge contra el Chelsea volvió a quedarse sin saltar al campo.
Ernesto Valverde, entrenador del Barça realizó sólo dos cambios en el partido. Uno fue para perder tiempo cuando en el minuto 91 André Gomes reemplazó a Iniesta. El otro, tenía la intención de cambiar el partido, ya que se produjo justo en el momento en el que el Chelsea acababa de adelantarse en el marcador. El técnico blaugrana retiró a Paulinho del campo y optó por Aleix Vidal para dar profundidad a su equipo.
“No era un partido para experimentos ni para pruebas, era un partido para certezas y por eso alinee a los jugadores que conozco”, explicó Valverde cuando le preguntaron por el motivo por el cual prefirió a Aleix antes que al internacional francés.
Está claro que Dembélé no cuenta a día de hoy con la confianza del entrenador. Desde que se recuperó de su segunda lesión (una rotura fibrilar del semitendinoso de la pierna izquierda) el francés solo ha jugado 27 minutos ante el Alavés y ni un minuto contra Eibar y Chelsea.
Nada nuevo para el fichaje, que hasta ahora ha jugado seis ratitos y sólo ha podido ser dos veces titular con el Barça.
Ahora, tras el partido de ida en Londres se le presentan al Barcelona dos partidos de Liga ante el Girona y la UD Las Palmas que parecen ideales para que Dembélé cobre protagonismo antes de volver a enfrentarse al Chelsea y al Atlético de Madrid en dos duelos decisivos. Dos partidos en los que si un fichaje de esta calidad vuelve quedarse sin un minuto de juego será una cuestión de difícil explicación. Pero para ello, es necesario que recupere la confianza y empiece a jugar minutos.
