El quiste de Baker que tiene Luis Suárez en su rodilla derecha ha generando cierta discordia entre los servicios médicos del Barcelona y los de la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol).
Mientras los azulgrana consideran que debería pasar por quirófano en el parón de noviembre para corregir la dolencia, en la selección sudamericana consideran que con tratamiento la cosa se puede resolver.
El quistede Baker es una acumulación de líquido articular derivada de que se debilite la membrana sinovial que recubre la articulación, formando un quiste poplíteo en la parte posterior de la rodilla.
Esto puede ser doloroso o no para el futbolista, por lo que él diga será determinante a la hora de elegir un tratamiento agresivo o bien conservador. “Si su presencia lo compromete porque le genera molestias se tomarán decisiones, pero hoy por hoy no lo necesita. El quiste meniscal es una patología que produce sufrimiento al no recibir tratamiento, pero normalmente se deja evolucionar para ver el grado de tolerancia que se tiene y luego se recorren diversas instancias terapéuticas”, dijo Alberto Pan, jefe de los servicios médicos de la AUF a Radio Uninversal de Montevideo.