Jordan Pickford, portero de la selección de Inglaterra, cerró el sábado, una semana de antología dentro del mundial Rusia 2018. El martes tuvo un papel decisivo para darle a su equipo el primer triunfo de su historia en una tanda mundialista de penales antes Colombia y ante Suecia, realizó una parada increíble tras otros remates para mantener su arco en cero.
Inglaterra marcó dos tantos para situarse a un solo gol de su cosecha récord en un mismo Mundial: los 11 de su campaña triunfal en 1966. Pero fueron las acrobacias de Pickford las que hicieron que la victoria inglesa fuese cómoda.
Estas épicas intervenciones vienen a coronar una ascensión meteórica del arquero de 24 años, que en 2013 jugaba de forma semiprofesional al fútbol con un club de la sexta división inglesa, el Alfreton Town.
El portero señala, con modestia, que estar en equipos chicos para tomar experiencia, le ayudó a convertirse en el jugador que es hoy. “Lo más destacado es no haber recibido ningún gol”, señala, en relación a la victoria sobre Suecia. “En todo caso, éste irá a parar a mi repisa”, añade, en alusión al trofeo al mejor jugador del partido que le fue otorgado.
Gareth Southgate, quien antes del torneo tuvo una sabia decisión al dejar afuera del plantel a Joe Hart y apostar por un chico con poca experiencia en la absoluta, también lo valoró positivamente.
“Pickford, para mí, es una especie de prototipo de lo que debería ser un guardameta moderno”, afirmó Southgate. “La cantidad de toques que dan al balón los porteros con los pies es excepcionalmente alta en el juego moderno; especialmente en el fútbol internacional y europeo”.