Neymar recordará su primer clásico en Francia por su gol, pero también por ver la primera cartulina roja en su etapa en Francia. El brasileño cayó en la trampa del Olympique de Marsella y se fue hacia Ocampos después de haber recibido una patada por detrás. El centrocampista argentino exageró el golpe y el colegiado amonestó a los dos.
La segunda amarilla dejó el PSG con diez en los últimos minutos del encuentro, pero en el descuento apareció Cavani para hacer el tanto del empate.
Una vez concluido el partido, Neymar se tomó con ironía la presión de la hinchada rival, aunque después se puso más serio para pedir a la federación que actúe contra los que tiraron objetos al campo. “Tiraron la merienda completa. Tiraron baguettes, refrescos… Tiraron de todo. Esto no es fútbol. No sé si la federación ve esto como futbol…”, añadió.
El internacional brasileño reconoce que se enfadó tras la entrada de Ocampos, pero cree que el colegiado le expulsó para ser protagonista. “Creo que fue exagerada e injusta. Fue una jugada en la que ya había sufrida una falta, me llevé un golpe por detrás y me enfadé. Por eso me giré. Es de locos dar esa patada por detrás y con el juego parado. Al final hice lo que el árbitro quería, que era expulsarme y aparecer más que los jugadores”, sentenció.
Pero la entrada del centrocampista argentino fue una más de muchas y Neymar aseguró que se marchó a casa magullado. “Me dieron bastante durante todo el partido y tengo marcas en el cuerpo”.