El presente y futuro del sóftbol guatemalteco tiene al jugador Nery del Cid como uno de los talentos a seguir, destacado por su disciplina y constancia en el alto rendimiento.
Nery, primer bate y shortstop, es uno de los refrentes de la selección absoluta que en septiembre disputará la Copa Mundial de la WBSC en Oklahoma City, Estados Unidos.
El año pasado Nery deslumbró con su potencial en el Campeonato Mundial U23, en el que fue nombrado campeón de bateo y mejor shortstop.
Enfundado en la franela azul y blanco, con el número 47, Nery atendió la entrevista con CDAG en la sede de los diamantes de Vista Hermosa en la zona 15.
Una historia familiar
Nery cuenta adquirió el gusto por el sóftbol siguiendo a su mamá y tíos, sin embargo, por su corta edad empezó con la práctica del béisbol.
“A los 14 años el entrenador Julio Albizures me invitó a jugar en las categorías menores y luego me subieron a la mayor”, recuerda sobre su paso al sóftbol.
Sobre el vínculo de su familia con el sóftbol, afirma: que vio jugar a uno de sus tíos, Gustavo Dávila, quien fue seleccionado y es por quien uso el número 47 en mi uniforme”, añade.
Su amor por el sóftbol la describe así: “desde pequeño supe que era mi deporte, tanto que me enamoré y dejé el béisbol. De pequeño mi vida era el deporte y mis estudios”, asegura.
Aprendizajes y transición a la mayor
Nery cuenta que una de sus mejores experiencias como jugador fue haber dado el salto a la selección absoluta: “Llegué con 22 años y por unos años era el más joven. Es bonito porque los jóvenes le estamos dando vida a la selección, somos el futuro. El equipo que va al Mundial tiene una combinación de juventud y experiencia”, admite.
El jugador de 26 años y recién consagrado campeón con Lanquetin, se refiere a las lecciones que le ha dejado el deporte: “Me ha enseñado a nunca rendirme. No todo es fácil y bonito, también habrá fracasos y derrotas. Siempre se deja todo en la cancha y ante los momentos difíciles, hay que darle vuelta a la página”, reflexiona.
Nery añade: “es importante tener la mente fría en momentos cruciales. Además, apoyarnos en el preparador físico, psicólogo, fisioterapista, que están siempre en el equipo”.
Apuesta ambiciosa en el deporte
Gracias a sus condiciones como jugador, Nery fue fichado para jugar en el extranjero con novenas en Estados Unidos y México, a donde viaja a torneos cortos de alto nivel competitivo.
Pero Nery no se conforma y ambiciona: “mi meta más grande es poder fichar con un equipo Top 10 en Estados Unidos. Ya estoy enrolado en equipo Top 20. Pero aspiro a jugar temporada más larga y con mejores contratos”.
Nery afirma que jugando al máximo nivel en eventos internacionales le ha abierto las puertas para trascender fronteras: “los scouts y dueños de equipos siempre están captado talentos y por eso un buen rendimiento puede definir tu futuro. Jugar en ligas extranjeras es lo que necesitamos para subir el nivel”, completa.
Y también valora seguir disfrutando el deporte, las amistades, hacer historia con la selección y anhela motivar a las nuevas generaciones a jugar con pasión por el sóftbol y por su país.
Sus virtudes como jugador
Nery se considera un jugador responsable y comprometido con sus equipos y con la selección. Y dentro del campo se describe así: “me volví zurdo entrenando. Y soy un jugador que choca mucho la bola, soy rápido, bueno en la defensa y con agilidad. Siendo primer bate me embaso mucho y eso es fundamental porque los equipos lo necesitan”.
Sobre su rutina como seleccionado en el alto rendimiento, explica: “me gusta enfocarme y aprender a ser productivo en los entrenos. Me gusta el gimnasio y soy responsable de mi propia preparación. Ahora rumbo al Mundial, entrenamos cuatro veces por semana”, dice.
Por otra parte, Nery habla de su vida como jugador, estudiante y trabajador: “es importante la planificación para no tener complicaciones y sobrellevar todo. En la Universidad me han ayudado por mi vínculo con el deporte. Mi trabajo también es flexible. Si no fuera así, no podría estar jugando”, detalla.
Sus ejemplos a seguir
Cuando a Nery se le pregunta por su mayor inspiración, no duda en responder: “Mis dos padres, siempre los tengo en mi mente porque sé lo que soy para ellos. Lloran y se emocionan al verme jugar. Son mi mayor inspiración. Ellos hicieron mucho esfuerzo, ahora se ve reflejado, me gusta que disfruten esto”, confiesa.
Dentro de sus innumerables tatuajes, Nery lleva algunos en honor a sus papás y también cuenta como curiosidad que es fanático de la selección Argentina y planea tatuarse alguno del jugador Lionel Messi.