Nadie se atreve a venir al Camp Nou. La imposición del tridente de jugarlo todo implica que los candidatos seleccionados durante los últimos meses a reforzar el ataque se echen atrás. Llegan a considerar en el club que “utilizan el interés del Barcelona para hacer subir su caché” y luego descartan estar bajo el capricho del trío atacante (253 goles en dos temporadas) de descansar cuando les apetece. Esa es la historia del Barça actual y el dolor de muelas que sufren Robert Fernández y Luis Enrique.
Pese a que los ojeadores no han dejado de elaborar informes, el perfil que se busca ha variado, aunque es concreto. Hubo un momento en el que se creía que lo mejor era apostar por un punta versátil, aunque con el paso de las semanas la preferencia cambió y ahora pretenden hacerse con un rematador que pueda cubrir una posible ausencia de Luis Suárez.
El primero que dijo no fue Nolito. Hubo dos intentos, pero al final cayó la opción. Primero, porque el club no podía hacer frente a los 18 millones de su cláusula y después por la propia decisión del futbolista, que se vio seducido por Guardiola. “Ya trabajé con Pep. No mucho, pero lo conozco y pienso que ir al City fue lo mejor que pude hacer”, dijo a The Guardian. Luego entró en escena Ousmane Dembélé (19 años), pero vio el panorama y acabó firmando por el Borussia Dortmund. Tirando de informes apareció el nombre de Correa. El Atlético ni descolgó el teléfono.
Llegados a este punto, y con la esperanza de poder encontrar un recurso en el mercado, el nombre de Vietto cogió fuerza. Creyeron tenerlo cerrado. “Éste viene seguro”, comentaban por el Camp Nou, viendo que era una apuesta de futuro (22 años) y que dándole minutos de manera escalonada, el relevo sería de garantías. Pero no. También voló. La opción de Gameiro, por mucho que se dijese, se tocó de inicio, “casi de pasada”, antes también falló el intento por fichar al francés Ben Arfa, que su fue al PSG.
¿Y Munir? El delantero comienza la pretemporada consciente de lo que hay y queriendo quedarse. “Lo que quiero es jugar”, dijo ayer. Pero posteriormente reconoció que si fuese el club el que le dijese que debe irse, “entonces lo estudiaremos”. Pero para ello hay que fichar, y eso no parece sencillo ahora.