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Fútbol Internacional

Morgan, una figura que tendrá el Mundial femenino de Francia 2019

Alex Morgan acmula tiempo siendo una de las estrellas del fútbol femenino. Pero ahora, con 29 años y camino de disputar su tercera Copa Mundial Femenina la californiana está brillando con más fuerza que nunca. Por ello Antorcha Deportiva reproduce parte de esta entrevista publicada por el sitio oficial de la FIFA previo al sorteo que se realizó este sábado 8 de diciembre.
Sus estadísticas en este año respaldan elocuentemente ese argumento: en 19 partidos internacionales, ha firmado 18 goles y 3 asistencias. Y siempre que había mucho en juego, el rendimiento de Morgan subió, confirmándose como una jugadora intachable en las grandes ocasiones.
Basta con remontarse al Campeonato Femenino de la CONCACAF de octubre, en el que se dilucidaba el título continental y los billetes para el Mundial. Morgan estuvo imparable, metiendo 7 goles en 5 encuentros (3 de ellos llegaron en la semifinal y en la final) para erigirse en la máxima artillera del campeonato y liderar una campaña casi inmaculada de su selección.

Como ha dicho, ha pasado a ser una de las capitanas de la selección. ¿En qué medida le ha resultado natural adquirir un papel de liderazgo dentro y fuera del campo?
Es una buena pregunta, y la respuesta sincera es que no lo sé. Cuando tu papel cambia, creo que simplemente te vas adaptando de forma natural, y adquieres virtudes adicionales que te permitan decir lo que piensas y asumir una responsabilidad añadida. Pero si es algo hacia lo que tendía por naturaleza, no estoy segura.

Tras la retirada de Abby Wambach, ¿había una sensación general sobre la necesidad de un nuevo liderazgo en el vestuario?
Abby dejó un vacío muy grande, eso es innegable. Ella hacía oír la voz de un equipo entero, y su presencia imponía muchísimo solo con entrar en una habitación. Su ausencia se notó claramente. Pero el equipo evolucionó a partir de ahí y, aunque yo diría que nadie desempeña exactamente el papel que tenía Abby, todas han asumido el papel que tenían que cumplir para hacer funcionar a este equipo. Eso no quita que pueda venir alguien con una personalidad similar a la de Abby y abracemos su liderazgo. Simplemente, no hay nadie como ella en el equipo ahora mismo, y no estoy segura de si lo habrá alguna vez.

Actualmente se encuentra a solo dos tantos de su gol 100 con Estados Unidos. ¿Le motivan esa clase de récords?
Creo que he descubierto que lo que a mí me funciona no es necesariamente lo que les funciona a todos los demás. Recuerdo haber oído algo sobre Zlatan, que juega con mi marido (Morgan está casada con Servando Carrasco, compañero de Ibrahimovic en el Galaxy de Los Ángeles). Por lo visto tiene una memoria fotográfica y puede recordar con exactitud cómo ocurrieron todos sus goles: quién le dio el pase, dónde fue, etc. Yo no soy esa clase de futbolista o persona. No pienso en los goles que he marcado ni en los goles que voy a meter. Siempre veo que cuando estoy totalmente concentrada en el equipo y no pensando en marcar, es cuando los goles llegan con mucha más facilidad.

Hoy es el 10º aniversario de su gol en la final de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2008, cuando mucha gente la conoció. ¿Cómo lo recuerda?
¡Parece que ha pasado mucho más tiempo! Pero ese campeonato fue increíble. Tengo muy buenos recuerdos de él, porque era mi primera gran competición con cualquier selección nacional. Fue un momento realmente divertido y emocionante para mí porque, hasta entonces, realmente no me habían considerado como esa delantera con la que puede contarse para aportar los goles al equipo. Fue también cuando me vio Pia (Sundhage, entonces seleccionadora de Estados Unidos), quien me llevó al combinado absoluto al año siguiente. Así que fue un campeonato muy importante para mi carrera.

Ahora se dispone a disputar su tercer Mundial absoluto, y conocerá el país anfitrión mejor que muchas de sus compañeras debido a su paso por el Olympique de Lyon. ¿Cómo valora ahora esa experiencia?
Me encantó. Para mí fue un paso importante descubrir un estilo diferente y, tal vez, redescubrir incluso mi amor por el fútbol retándome de una manera que no lo había hecho antes. Lógicamente, es un reto permanecer en la selección de Estados Unidos por todo el talento que tenemos; sientes constantemente que podrías perder tu puesto en cualquier momento si no das lo mejor de ti cada día. Pero ir a Lyon y jugar con muchas de las mejores jugadoras de sus respectivas selecciones nacionales fue una gran prueba para mí, y una experiencia fantástica. Resultó difícil adaptarse al principio, y supe que tenía que acelerarlo todo porque disponía de poco tiempo allí. Pero me encantó de veras, y sentí que saqué de esa experiencia justo lo que necesitaba.

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