La imagen de Michael Jordan con un puro en la mano se ha convertido en algo tan habitual como aquellas instantáneas en las que el mito volaba por los aires con la lengua por fuera. El hoy propietario de los Hornets es un enamorado de los puros y como tal ha sido imagen de la portada de Cigar Aficionado, revista a la que ha concedido una de las pocas entrevistas que concede en la actualidad.
Una afición que según confesó el propio Jordan, comenzó en 1991, después de que el propietario de los Bulls, Jerry Reinsdorf, le ofreciera uno tras conquistar su primer anillo como campeón de la NBA. Fue el comienzo de una costumbre que se hizo hábito en los atascos de Chicago.
«Teníamos que estar en el estadio sobre las seis para los partidos de casa y el tráfico en Chicago era tan malo que tardábamos una hora y cuarto o incluso hora y media. Ahí estaba yo, sentado en el coche, preocupado por el tráfico. Estaba muy tenso. Así que empecé a fumar. Se convirtió en un ritual en los partidos de casa«.
Un hábito que fue a más una vez retirado y que ahora le ha llevado a fumar «casi seis puros al día», asegura el mítico ’23’ en la entrevista concedida a la publicación especializada en el mundo del tabaco.
